‘Ni Chana ni Juana...'

Las últimas ordenes de conducción por parte del Ministerio Público, han generado una nueva ola de reacciones y protestas, producto, de lo que miembros de la pasada administración llaman ‘persecución política'.

A nadie se le puede condenar, sin antes ser juzgado mediante un debido proceso, no obstante, tampoco se puede permitir la injerencia política que pretende Cambio Democrático, cada vez que se realiza una investigación sobre presuntos actos de corrupción.

Cada vez que se llama a alguien para responder por la rapiña generada durante la pasada administración, un grupo de políticos saltan como brabucones para señalar persecución. Que hoy día, alguien ocupe un cargo directivo en algún medio de comunicación, no lo exime de su pasado ni de sus acciones políticas, públicas y empresariales.

En medio de esta escaramuza, se nota la inacción política por parte del oficialismo, quién aún no logra determinar su rol político en gobierno, para acompañar la gestión del Ejecutivo. El poder obtenido mediante un proceso político, no puede cortarse abruptamente, en función de otros objetivos, ajenos a las causas que originaron el mandato popular.

Visto desde esta óptica, podría interpretarse que la falta de respuesta política del gobierno, frente a los argumentos de la oposición al cuestionar su injerencia en la administración de justicia, tiene que ver más, con la incapacidad política del Partido Panameñista, que con la misma gestión de gobierno.

Los roles del Órgano Ejecutivo no deben confundirse con la parte política. Si Cambio Democrático, en su justo derecho como partido de oposición cumple su labor de cuestionar al gobierno de turno, desde una perspectiva política, corresponde al Partido Panameñista la respectiva respuesta.

Al presidente de la República y a su equipo de gobierno, les toca responder por la ejecución de la gestión, no así, por la parte política. La confusión de los roles, podría haber sido originada por la abrupta irrupción al poder por parte de personajes de la sociedad civil, sin la disposición del sacrificio político que conlleva la administración pública.

Periodista