- jueves 09 de febrero de 2023 - 12:00 AM
¿Castración química, inhumana?
La castración química, es un proceso dirigido generalmente contra agresores sexuales, pederastas y violadores. Consiste en administrarle al sujeto en tratamiento una serie de medicamentos destinados a reducir la libido y actividad sexual.
Los fármacos sofocan la conducta sexual en los hombres a través de la reducción radical de los niveles de testosterona. En teoría es un proceso reversible y el sujeto podría recuperarse una vez suspendido el tratamiento, porque no ocasiona cambio físico permanente en la persona, como si ocurre en la castración quirúrgica donde se eliminan los testículos o los ovarios.
Es un tema que enciende el debate entre quienes consideran que su empleo se justifica, los que cuestionan su efectividad y quienes la consideran que es una práctica degradante, cruel e inhumana, como la califica Amnistía Internacional.
Por otra parte, surgen las voces en la sociedad que, reclaman que haya certeza del castigo en proporción al daño causado por abusadores sexuales que, también es cruel, degradante e inhumano, en contra de sus víctimas en mayoría niñas, niños, adolescentes y mujeres. ¿Dónde quedan los derechos humanos de las víctimas?
Según cifras del Ministerio Público, el año pasado se produjeron 2,453 casos de violaciones a nivel nacional. De las cuales 278 fueron a menores de 14 años y menores de 19 años. Recientemente fue reportado por la policía Nacional que, en siete días capturó a 13 agresores sexuales de menores de edad entre 6 y 14 años. Lo alarmante de este reporte, además, de la cantidad es que, los agresores son familiares directos de las víctimas (padre, padrastro, tíos) o personas de su entorno.
Se mantiene esa constante que, demuestra que nuestra niñez está vulnerable precisamente en el entorno que debería ser seguro para su desarrollo. Hemos llegado al punto en el que, no se podrá confiar ni el padre de tú hija. Estamos frente a una grave situación de pérdida de valores, confianza, amor al prójimo y respeto a la vida.
Que la castración química, sea la solución no lo sé. Sí sé que como sociedad necesitamos recuperar y facilitar entornos seguros, para la niñez y que los buenos padres de familia ejerzan el rol protector de sus hijas e hijas. Necesitamos que los violadores, agresores y pederastas sean denunciados, investigados, juzgados con todo el peso de la ley y condenados, para ello también es necesario que los juzgadores pongan en primer lugar el tipo de delito y a la víctima.
Grupo Iniciativa por la Paridad.