- martes 13 de diciembre de 2016 - 12:00 AM
La cancha de calle P
En sus orígenes, el viejo barrio de San Miguel estaba habitado por los descendientes de los afrocaribeños que construyeron el Canal. Por la década de los años 40, se levantó un conjunto de edificios multifamiliares, en su mayoría ocupados por funcionarios públicos y de la empresa privada, con capacidad de pagar mensualidades de hasta 20 dólares. Las tiendas estaban en manos de los ‘tableños', elementos que pronosticaban un mestizaje lento y complejo.
Entre los edificios ‘Capira y Chorrera' estaban los estacionamientos exclusivos para vecinos con carros; pero en diciembre de 1969, se convertirían en una cancha de juego y área social de la muchachada. En la memoria conservo la imagen del promotor de ese proyecto: Don Santos Rodríguez, corregidor de Calidonia y organizador de la primera liga de baloncesto que allí se jugó, con equipos como el Club 5 Estrellas, Motores Johnson y Padisco, naciendo un gran entusiasmo por ese deporte, recibiendo el barrio con los años, el nombre de la ‘Calle de Campeones'.
En la misma cancha, unos jugábamos y otros planeaban fechorías; unos compartíamos nuestros sueños, y otros simplemente veían pasar el tiempo. Los recuerdos del barrio de calle P están ligados a esa plancha de concreto, de la que salieron destacados atletas en diversas disciplinas y profesionales de alto nivel. Cómo olvidar a Fernandito Campos, mi compadre ‘Chachi' Barrera; a Alex Robles y a su hermana Rosa en la gimnasia. A los hermanos Harper en la natación; al difunto Molina (q. e. p. d.) en el voleibol, y en el basquetbol a Luther Francis, a Braulio Rivas, a Toñito Palmer (q. e. p. d), y otros como mi hermano, quien a pesar de los años transcurridos, no pierde la fe en recibir su llamado a la NBA.
Para todo el que allí jugó, y hoy pasa por el barrio al ver lo que queda, no puede evitar hoy hacer comparaciones. Hoy hablan de balaceras y drogas. ¿Cuándo perdió la cancha su magia? Duele que ese haya sido su trágico final, porque la cancha nació para inspirar sueños y alegrías, y terminó en otra cosa. Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2017, estén donde estén, ‘los eternos pela'os de calle P'.
* Abogado y docente