Al panameño le encanta el arroz, no creo que haya otro país latinoamericano que consuma más arroz, per cápita, que nosotros y estoy segura que mi hijo y yo somos fuertes contribuyentes a esa estadística.
Muchas veces leo o escucho que alguien que coma arroz con huevo es pobre, bueno esa combinación es una de mis favoritas pero el huevo debe ser frito en aceite con el borde tostadito pero la yema suave, aunque no cruda para que pueda mojar los granos del arroz caliente. Mi abuelo era de Sampués, un municipio de Colombia y siempre creí que esa combinación de arroz blanco frito con guineo maduro era de la Colombia profunda pero he sabido que en Panamá muchos también la comen, por cierto es una delicia, lo mismo que el arroz con tomáte y balsámico, con atún en aceite, con tajadas, con lentejas... con lo que sea.
Los nutricionistas de la vieja ola siempre hablan mal del arroz, así que hice una búsqueda rápida en Google y encontré varios textos que indican que es una excelente fuente de vitaminas y minerales y que estas vitaminas proporcionan la base para el metabolismo del cuerpo, la salud del sistema inmunológico y el funcionamiento general de los órganos.
Así que ¡sigamos comiendo arroz!