Llegó diciembre y con ello la fuerte cartilla del consumismo, aquella que generalmente deja a miles de pugilistas de Pablo Pueblo en serios aprietos en el tinglado debido a los recursos insuficientes.
Se trata de una pelea donde la cartera sangra y se reciben fuertes combinaciones por diferentes flancos, es una situación complicada, sobre todo para los pugilistas desempleados o que viven el día a día, de camarón en camarón.
Para estos trompadachines la pelea estará color hormiga y tendrán que parar firme para sobrevivir la oleada de golpes, que muchas veces se extiende hasta más allá de diciembre.
Expertos del deporte, recomiendan tener una reserva para las vacas flacas, pero lo cierto es que con bolsas escuálidas no cabe espacio para ahorrar debido a que los compromisos son muchos.
Sin embargo, no todo es tragedia, pues los de Pablo Pueblo son guerreros que se las arreglan de una u otra forma en el cuadrilátero y están acostumbrados a pelear bajo presión y lograr conectar las combinaciones suficientes para sobrevivir el asalto.
Sin dudas serán asaltos complicados, pero con una buena estrategia hay oportunidad de tener una participación digna en las peleas de fin de año.
