- miércoles 08 de junio de 2022 - 12:00 AM
Apostemos a la democracia y no a la anarquía
El imperio del crimen organizado en Panamá debe concitar a todos los sectores a la más profunda reflexión. Estamos viviendo un clima de inseguridad social que además ha permitido espantosos hechos delictivos ocurridos desde el inicio del año y que han sido perpetrados por elementos despreciables de nuestra sociedad.
En una democracia participativa es necesario la vigencia de una oposición serena y sensata y no destructiva. El Gobierno Nacional no debe caer en el juego de aquellos promotores que protestan por el motivo más baladí (insignificante). Pero consideramos oportuno que el Ejecutivo debe asumir su liderazgo, que lo tiene, sin tener que recurrir a comisiones, que no tiene la capacidad de respuesta inmediata.
Es una crisis que puede llevarnos a una anarquía por los cierres de calles, huelgas, crímenes, enfrentamientos de pandillas, depravaciones sexuales, ajustes de cuentas producto del narcotráfico, causará serios perjuicios a la economía nacional, a la inversión extranjera, y por qué no, se pone en peligro los poderes constituidos facilitándole un pasaporte a grupos inescrupulosos que quieren desgobernar este país.
Llamamos la atención a organismos e instituciones como la iglesia, clubes sociales, asociaciones de damas que dicen luchar por los derechos humanos, en especial por la niñez descarriada, a ricos y poderosos, a los sindicatos, educadores, comunicadores sociales y a todos los ciudadanos para que aúnen esfuerzos para hallar y poner en práctica acciones positivas que nos salve de esta manera que pende sobre todos como si estuviéramos una espada de Damocles sobre nuestras cabezas. La Policía Nacional está llevando a cabo una labor efectiva y digna de encomio, pero no es con la represión, solamente, con lo que logramos erradicar estas organizaciones criminales.
Los estamentos de seguridad y las fuerzas públicas deben de implementar otras políticas con inteligencia y estrategia, deben de consultar con otros países que tienen capacidad organizativa con el fin de controlar la criminalidad y la seguridad nacional. La Asamblea de Diputados, templo de la voluntad popular, puede jugar un papel importante en esta coyuntura de la vida nacional.
PERIODISTA, ESCRITOR Y PROFESOR EN UP