• sábado 18 de noviembre de 2023 - 12:00 AM

¿Apología del delito?

Las angustias y el desasosiego de las desigualdades sociales, aumentadas por la corrupción y la impunidad, está expresándose de diversas maneras, 

En su ultima alocución al país, luego de jugar durante un par de semanas al Escondido con el pueblo panameño y con las responsabilidades adherentes a su cargo, el futuro expresidente Cortizo, volvió a blandir la amenaza a nuestros derechos y libertades.

En esta ocasión, confesó sin ambages que ni estamos en un Estado de Derecho, ni tampoco existe la menor voluntad -de buscarle y encontrarle- salidas democráticas a la explosión social que su gobierno y sus cómplices han provocado.

Olvidan los jerarcas de la empresa criminal conjunta, que gobierna que los tres Órganos del Estado se han llenado de numerosos privilegios, prebendas y fortunas que hieren a las grandes mayorías nacionales.

Las angustias y el desasosiego de las desigualdades sociales, aumentadas por la corrupción y la impunidad, está expresándose de diversas maneras, a raíz de la explosión social detonada por el leonino y cipayo contrato con la minera chino-canadiense-estadounidense-singapurense y surcoreana.

Lo negativo del gobierno PRD y sus aliados ha aflorado como cascada sin fin, La explosión social ha unido descontentos, decepciones, frustraciones de distintos sectores y, con ausencia de soluciones y salidas transparentes y democráticas.

Los partidos políticos y sus candidaturas, se han vuelto avestruces y las anquilosadas dirigencias sindicales, gremiales, profesionales y empresariales, no dan pie con bola ante la situación por la que hoy atravesamos.

El gobierno PRD y sus aliados y cómplices debe aceptar y reconocer que el pueblo panameño está harto de su corrupción y no quiere la minera de la corrupción, ni tampoco los engaños, falacias y demagogias a la que se han acostumbrado, ni sus prácticas autoritarias, arrogantes y soberbias.

La represión desatada para salvaguardar su corrupción solo conduce a mayor división del país y a crear más conflictos al sembrar odios y rencores absurdos. No pueden ya ocultar que los tres órganos del Estado, al igual que la Contraloría, el Tribunal Electoral y el Ministerio Público, han perdido credibilidad y legitimidad.

Es necesario abrir un camino, con plena participación ciudadana, que logre una transición inmediata, cuyo objetivo sea, como mínimo, acordar sobre el desacuerdo existente, para abrir un proceso de total renovación del contrato social y darnos una nueva Constitución a través una Asamblea Constituyente.

CATEDRÁTICO

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