Ajuste de cinturón

Con la emisión de Letras del Tesoro por más de 2 mil millones de dólares, el nuevo gobierno tratará de estimular una economía nacional. La solución para la reactivación financiera se resumió en más deuda.

Tratar de detener un ciclo económico en descenso es mucho más complejo, y el Gobierno lo sabe. No obstante, el discurso va en la dirección correcta, ya que parte del estancamiento se debe al pesimismo existente, sin embargo, existen también realidades concretas.

Reactivar la construcción es el gran reto nacional, pero esta tarea no puede estar basada solo en el aumento de inversión de infraestructura pública, ya que la misma no ha parado en los últimos 15 años. Se trata de que primero se tiene que consumir el inventario de lo construido en el ámbito privado, para luego volver a generar nuevo estímulo en los grupos inversores.

La realidad es que muy poco empresario tiene en mente construir más edificios y locales comerciales, si aún, no logra vender lo que construyó en los últimos años. Otros factores, sin duda, son el costo elevado de los materiales y de la mano de obra; que terminan siendo elementos que influyen de forma directa en el precio final de las propiedades.

Ni hablar de la gran burbuja que creó, no solo el sector inmobiliario, sino que apadrinó la clase política de los últimos años, donde propiedades que en las primeras etapas de construcción costaban 90 mil dólares, pero que, en precio de mercado local, llegaron a comercializarse por el orden de los 450 mil dólares. Los ejemplos sobran.

Con ánimos altos, la población abraza toda la ilusión vendida, sin embargo, se tiene que pisar tierra y debe venir el discurso de sacrificio y esfuerzo. Pero para que el pueblo compre esta premisa; las autoridades deben ajustarse el cinturón y demostrar transparencia, sobre todo cuando las figuras del gobierno justifican la compra de bates de béisbol más caros, que los que firma Mariano Rivera después de su ingreso al Salón de la Fama.

PERIODISTA