Refugiados regresan a Siria tras la caida de al Asad
- lunes 09 de diciembre de 2024 - 12:00 AM
Pocas horas después de que los insurgentes islamistas entraran a Damasco y dieran por derrocado al presidente, Bachar al Asad, el principal paso fronterizo entre el Líbano y Siria se llenó de refugiados ansiosos por regresar a su país tras casi 14 años de guerra, en medio de un ambiente festivo.
Mientras una larga hilera de vehículos aguarda para entrar al territorio sirio a través del cruce de Masnaa, nuevos carros van llegando cargados de refugiados sonrientes que, con los dedos, dibujan señales de la victoria a todo el que por casualidad mire hacia sus ventanillas.
En las inmediaciones del paso, grupos de jóvenes marchan con las manos en alto portando banderas de la oposición siria, entre gritos acompasados de “Alá es grande” o “Libertad y seguridad a pesar de ti, oh Al Asad”. Las celebraciones se extienden también a los balcones de las casas y a las caravanas de coches.
“Nuestra vuelta a Siria representa un sentimiento que no puedo describir. Yo era buscado por los servicios de inteligencia militar, de la seguridad militar y de los servicios de inteligencia aérea”, reconoce a EFE un hombre que espera en el cruce junto a su madre y uno de sus sobrinos.
“Estaba como encarcelado aquí en el Líbano, gracias a Dios ha caído el régimen y estoy regresando”, agrega.
13 años sin abuelos
“En trece años, es la primera vez que voy a ir a Siria (...) Mis abuelos viven allí, de 17 años que tengo, en trece años no los he visto”, comenta a EFE la adolescente, al describirse como “muy emocionada” ante todo lo que está ocurriendo.
Aún tienen “algunas esperanzas” de poder cruzar este mismo domingo y, si no, aseguran que volverán día tras día hasta que puedan hacerlo.
Como muchos otros de los 1,5 millones de refugiados residentes en el Líbano, el mayor número per cápita del mundo, que no han podido regresar desde que huyeron al inicio del conflicto desatado a raíz de las revueltas populares de 2011 contra Al Asad, que sumió a Siria en una cruenta espiral de violencia.