- domingo 13 de noviembre de 2016 - 12:00 AM
HERIDAS
Doce meses después de los atentados yihadistas en París, donde murieron 130 personas, varios de los establecimientos atacados esa noche se esfuerzan por volver a la normalidad.
Para los parisinos, el paso del tiempo ha sido su mejor aliado. La noche del 13 de noviembre de 2015 el cielo de París estaba despejado, el pronóstico era estable y, a pesar del frío, las terrazas en los restaurantes estaban repletas de gente.
Pero apenas entraba la noche cuando una lluvia de balas cayó sobre seis establecimientos y segó la vida de 39 personas.
"Todo se ha aliviado, al principio fue difícil, pero todo va bien ahora", dice a Efe un empleado del bar Le Carillon que pide no identificarse por temor a represalias.
En este bar –recomendado por la revista Time Out en 2016– y, cruzando la calle, en Le Petit Cambodge, 15 personas fueron asesinadas esa noche por los terroristas.
Ubicados en plena intimidad de París, donde rara vez llegan oleadas de turistas, para algunos, los ataques movieron la fibra más sensible de los parisinos y les unieron en fraternidad.