En China, lo que antes parecía sacado de una película futurista ahora es parte del día a día: niños jugando al aire libre con robots humanoides que no solo corren y bailan, sino que también cuentan cuentos, responden preguntas y hasta muestran emociones en sus “caras-pantalla”.

Hablamos de compañeros tecnológicos, como el Dobot Atom y el Noetix N2, están diseñados para interactuar con los más pequeños en parques, guarderías y espacios públicos.

¿Qué los hace tan especiales?

El Dobot Atom, de 1,53 m y 62 kg, puede preparar desayuno, cargar objetos y caminar con precisión gracias a sensores visuales inteligentes. Su precio ronda los $27,500.

El Noetix N2, es más económico, y también más compacto y veloz (hasta 11 km/h), incorpora un chip NVIDIA Jetson Orin y modelos de lenguaje similares a ChatGPT, permitiendo conversaciones fluidas y gestos naturales. Cuesta unos $4,100.

En ciudades como Zhejiang, se han viralizado videos donde los niños persiguen a estos robots como si fueran amigos de carne y hueso. En Pekín, los modelos Keeko cuentan cuentos, hacen juegos lógicos y ayudan a fortalecer habilidades cognitivas y sociales2.

Más que juguetes

Los creadores indican que más que juguetes, se trata de “aliados emocionales”. Estos robots no solo entretienen, también acompañan. En guarderías, ayudan a los niños a expresar emociones, resolver problemas y desarrollar confianza. Algunos incluso reaccionan al entorno, adaptando sus respuestas según el estado de ánimo del niño.

¿Un vistazo al futuro?

La escena de un robot corriendo con niños por la calle, vestido con camiseta y actuando como un compañero más, ya no sorprende en China. Algunos lo ven como propaganda tecnológica, otros como una muestra del avance imparable de la robótica. Lo cierto es que estos humanoides están redefiniendo el concepto de juego, educación y compañía infantil.