León XIV, el papa estadounidense que podría incomodar a Trump

La elección de León XIV, el primer papa nacido en Estados Unidos, ha sido recibida con entusiasmo entre defensores de los derechos migratorios en la frontera con México, pero también ha encendido señales de posible fricción con el presidente Donald Trump y su línea dura en temas migratorios.

Aunque algunos celebran que un papa estadounidense pueda tender puentes con Washington, otros anticipan una relación tensa. El nuevo pontífice, anteriormente el cardenal Robert Prevost, ha mostrado posturas críticas hacia las deportaciones, los centros de detención y la criminalización de migrantes. Durante años vivió en Perú, donde trabajó directamente con comunidades vulnerables, incluyendo refugiados venezolanos.

“Es un papa con corazón para los migrantes, los trabajadores, los pobres y los desfavorecidos”, dijo Rubén García, director de Annunciation House, una red de albergues en El Paso que ha enfrentado presiones legales por parte de autoridades estatales.

León XIV parece continuar la línea del fallecido Francisco, quien fue abiertamente crítico con la política de Trump, llegando a decir que construir muros no es cristiano. En redes sociales, el nuevo papa ha compartido publicaciones que rechazan acuerdos migratorios entre EE.UU. y El Salvador, así como mensajes en favor de los derechos humanos.

El presidente Trump, sin embargo, se ha mostrado hasta ahora comedido. En un mensaje público, calificó como “un gran honor” la elección de un papa estadounidense y dijo esperar con entusiasmo un futuro encuentro con León XIV.

Desde la comunidad católica de Texas, líderes como el rector James Marcus McFadin o Antonio Fernández, de Caridades Católicas, celebran la elección como un gesto de conexión con América Latina. Aun así, el tono que adopte el pontífice en temas migratorios podría marcar un nuevo capítulo de tensión entre la Santa Sede y la política estadounidense.