Bukele promete “sanar”
la economía de El Salvador
deterioro de
la calidad de vida
- domingo 02 de junio de 2024 - 12:00 AM
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, prometió este sábado en su discurso de investidura para un segundo mandato consecutivo “sanar” la economía tras curar al país del “cáncer” de la violencia, generada principalmente por los grupos de pandillas.
“Ahora, que ya arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía”, dijo Bukele ante cientos de personas, entre invitados especiales y seguidores, desde el palco del centenario Palacio Nacional, en el corazón de la capital.
Aseguró que “la sociedad salvadoreña sigue enferma, pero ya no tiene cáncer” y que “sigue enferma de las demás cosas que siempre ha tenido”, porque “el país ya se curó de las pandillas y ahora quiere curarse de la mala economía”.
“En este nuevo tratamiento para sanar la economía, quizá también haya que tomar medicina amarga”, sostuvo y dijo que las tres cosas que necesita para ello son “la guía de Dios, el trabajo incansable del Gobierno y que el pueblo vuelva a defender a capa y espada cada una de las decisiones que se tomen, sin titubeos”.
De acuerdo con diversas encuestas, Bukele llegó al final de su primer mandato (2019-2024) con un reclamo de la sociedad por solventar los problemas económicos, preocupación que ha desplazado al tema de la seguridad.
El Salvador se encuentra desde marzo de 2022 bajo régimen de excepción, que suspende garantías constitucionales para combatir a las pandillas, tras una escalada de homicidios y ha dejado unas 80.000 detenciones de supuestos pandilleros.
Con esta medida, el mandatario logró acentuar la reducción de las muertes violentas que inició en 2016, después de que el empobrecido país centroamericano registrara el año más violento de su historia reciente con 103 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2015.
Sin embargo, bajo la Administración de Bukele este país se ha mantenido a la cola del crecimiento económico en Centroamérica y es altamente dependiente de las remesas familiares, que anualmente inyectan más de $8.000 millones.