Yamilka Pitre: la artista que rompe moldes y canta desde el alma

Conectar de forma auténtica, según cantante, es su mayor fortaleza
  • domingo 11 de mayo de 2025 - 12:00 AM

Su voz ha conquistado escenarios y corazones y con su talento Yamilka Pitre se ha convertido en una de las figuras más representativas de la música y la cultura panameña contemporánea.

“Mi evolución ha sido una mezcla de pasión, disciplina y mucha entrega”, afirma la cantante, quien asegura que uno de sus mayores desafíos ha sido mantenerse fiel a su esencia en una industria que suele imponer moldes.

Yamilka se considera una embajadora de la identidad panameña, ya que su trabajo artístico resalta la diversidad cultural del país: raíces afroantillanas, indígenas e hispánicas se entrelazan en su música. De esto y más conversó al diario El Siglo.

¿Cómo describirías tu evolución artística?

Mi evolución ha sido una mezcla de pasión, disciplina y mucha entrega. Empecé con el deseo genuino de expresarme a través de la música, y con el tiempo fui descubriendo nuevas dimensiones artísticas, no solo como intérprete, sino como gestora cultural. Cada etapa ha traído su aprendizaje, y he crecido con cada escenario, cada proyecto y cada conexión con el público. Hoy me siento más segura de mi identidad artística, más consciente del impacto que tiene mi trabajo y con un compromiso profundo de representar dignamente a Panamá.

¿Cuál ha sido el mayor reto en tu carrera y cómo lo superaste?

El mayor reto ha sido mantenerme fiel a mi esencia en un medio donde muchas veces se espera que uno se ajuste a ciertos moldes. Pero entendí que lo auténtico conecta de forma más poderosa. Superé ese desafío reforzando mi voz interior, rodeándome de personas que creen en mi visión y trabajando con constancia para que el arte que produzco refleje quién soy sin necesidad de doblegar mi espíritu libre.

¿Qué elementos de la cultura panameña resaltas en tu trabajo artístico?

Siempre busco resaltar la riqueza de nuestra identidad: la mezcla de raíces afroantillanas, indígenas, hispanas; nuestra historia de lucha, nuestra alegría, nuestra música viva. Desde los ritmos tradicionales de la salsa hasta las expresiones más urbanas. Intento que mi arte sea una ventana a lo que somos como pueblo. Me gusta contar historias que nos representan y que, al mismo tiempo, nos hacen reflexionar.

¿Qué consejo le das a los artistas jóvenes que desean dejar una huella en el arte nacional?

Que no pierdan la autenticidad. Que trabajen duro, que estudien, que se preparen, pero que no renuncien a su verdad. El arte no es una carrera de velocidad, sino de resistencia. También les diría que vean el arte como una responsabilidad: tenemos el poder de transformar, de inspirar y de construir memoria colectiva.

¿De qué forma tu trabajo ha contribuido al desarrollo del arte en Panamá?

Creo que mi trabajo ha abierto espacios, ha visibilizado propuestas diferentes y ha generado conversaciones necesarias. A través de la música, del escenario, los medios y de iniciativas culturales, he intentado contribuir a un movimiento artístico más plural, más profundo y comprometido. Además, he procurado tender puentes entre generaciones porque creo en el valor de compartir el camino y de impulsar a quienes vienen detrás.

¿Cómo quieres que las futuras generaciones vean tu legado artístico?

Me gustaría que vean en mi trayectoria un ejemplo de constancia y amor por la música panameña. Que recuerden que se puede hacer arte desde el corazón, con respeto por nuestras raíces y con una visión transformadora. Y, sobre todo, que entiendan que el arte no solo es espectáculo: es también identidad, es resistencia, es una forma poderosa de dejar huella en el alma de un país. Pronto vengo con un material nuevo de la mano de Latín Récords y grupo Gale que espero que llegue a otras latitudes y seguir representando la música panameña.