- martes 10 de marzo de 2020 - 12:00 AM
La escritora y psiquiatra suiza Elisabeth Kübler Ross realizó (en mi opinión) uno de los aportes más importantes al mundo de la psicología. Elaboró y explicó sobre las etapas del duelo. Gracias a ella, hoy muchas personas pueden ser ayudadas a transitar el dolor que enmarca la pérdida. Su trabajo se basó principalmente en los cuidados paliativos, pero fue mucho más allá, llegando a identificar cinco etapas básicas que atravesamos ante una inminente pérdida o ante una pérdida repentina. Puede ser ante un divorcio, la pérdida de un empleo, la partida de un ser querido o la muerte.
Si bien existen otras etapas o derivaciones, ella identificó la negación, la ira, la etapa de negociación, la tristeza o depresión y termina con la aceptación. Aunque algunas personas creen no atravesar ciertas etapas, es posible que pasen tan rápidamente por ellas, que no logren percibirlas, o pueden cruzar por dos a la vez. También explicó sobre la esperanza, que viene siendo como el vehículo que nos permite soportar el dolor. La esperanza es la que nos da la tregua y es imprescindible en la etapa de negociación, cuando utilizamos un mecanismo de defensa como para pactar. Ahí decimos cosas como ‘ahora descansa en paz', ‘vendrán tiempos mejores' o ‘es mejor así'. Quienes nos apoyan en estos momentos, suelen tener una batería de estas frases, con las que nos ayudan a matizar la pérdida, pero solamente la apertura que desarrollemos podrá ayudarnos a transitar hacia la aceptación.
En esa última parada es cuando verdaderamente nos disponemos a dejar ir, y - por lo tanto - a salvarnos. La guionista y directora neozelandesa Jane Campion creó la imagen mas clara que me viene a la mente. En su película ‘El piano', la pianista debe decidir si sigue aferrándose al piano que se cayó al mar o aceptar la ayuda que le permitirá vivir, aunque sea sin su apreciado instrumento para comunicarse con el mundo. Y así como Ada, protagonizada por Holly Hunter, soltó el piano, quienes transitamos por un duelo, podemos soltar ese dolor en algún momento y dejar partir a quienes amamos.
