Sydia Candanedo de Zúñiga y su amor por las letras
- viernes 26 de julio de 2019 - 12:00 AM
La escritora Sydia Candanedo de Zúñiga comenzó a escribir de manera espontánea. Estando ya en la treintena, se encontró con su maestra de tercer grado y le regaló un libro: Arbolino.
‘Siempre supe que serías escritora. Guardé por muchos años tus composiciones, eran las mejores del salón', le dice la maestra.
Sydia terminó la primaria y cursó estudios en el Liceo de Señoritas, donde se graduó con el primer puesto.
Relata que un día, estando sola en su casa porque su esposo (el doctor Carlos Iván Zúñiga) se fue a trabajar en la bananera, sintió tristeza y fue al cuarto de estudio y comenzó a escribir. Una o dos poesías por día. Así fue su encuentro con los versos.
‘Un día tenía un libro, ‘Una rosada en la Vendimia', se lo enseñé a los amigos y me hicieron elogios. ‘Tienes que seguir escribiendo', le dijeron.
Con este poemario, Sydia mereció el premio Ricardo Miró. El libro se publicó en 1969. Pero no fue el único galardón de esta categoría que la escritora cosechó. Con ‘Los cuadernos del doctor Escarria', esta vez, en la sección de Cuento.
A sus 93 años, Sydia sigue trabajando en una novela, su primera novela, que ha titulado ‘Bajo la sombra del tamarindo'.
Sobre el trabajo novelístico, confiesa que demanda más tiempo que la poesía y los cuentos. ‘Estoy pensando que tengo que parar, por mi edad, pero por ahí viene', responde ante la pregunta de la fecha de culminación de este trabajo.
Sobre otros libros, comenta: ‘Tengo dos más después de ese que ganó premio. He escrito bastante. ‘Única flor' es un libro de poemas que escribí de noche, por la tranquilidad que había en Boquete. No ganó premio pero estuvo cerca y lo ilustré con pinturas mías'.
Los galardones siguen. Tiene otra obra que ganó el segundo lugar en un concurso de poesía del Club de Leones. El poemario se llama ‘Amor materno'.
Sydia también habla de sus escritores favoritos. Menciona a Fray Luis de León, a Antonio Machado, a Pablo Neruda, a Stella Sierra, a Rogelio Sinán y a José María Sánchez.
La autora relata que no pensaba salir al extranjero, pero se ganó una beca para estudiar en el extranjero. A los cinco mejores estudiantes de Chiriquí le otorgaron este apoyo económico. ‘Escogimos Chile, y ahí empezamos a luchar. Ya teníamos cinco hijos pequeños. Fueron casi dos años en Chile, terminamos y nos fuimos a Lima, queríamos entrar en San Marcos, donde me doctoré en Educación'.
De regreso al país, concursó para una plaza en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá y la ganó. Allí laboró hasta que la dictadura cerró el centro de estudios.
Pero antes de dictar clases en la casa de Octavio Méndez Pereira, Sydia fue profesora de planteles secundarios como el Fermín Naudeau, el Richard Newman, el Justo Arosemena. Se jubiló de educadora, pero no con la jubilación completa, relata.
Le pregunto qué si tuviese la oportunidad de volver a nacer y escoger una profesión cuál escogería y contesta que educadora, que cuando se encuentra con sus estudiantes le dan un fuerte abrazo, así le reconocen el trabajo que hizo.
Retomamos la conversación sobre los libros. ‘Mis peldaños bajo el sol' lo publicó el año pasado y ya se agotó. Esta publicación tiene de todo, ensayos, crítica literaria'.
Mencionó ‘Los espantos de la sierra', un ejemplar de cuentos humorísticos y ‘Única flor', que es un diálogo entre una pareja de esposos. Son cantos, y fue presentado por la orquesta de cámara de la Universidad de Panamá en el teatro Anita Villalaz. Es algo muy lindo y quiero presentarla cuando inauguren el Teatro Nacional.