Flores, animales, plumas, abstracciones. Cualquier cosa puede servir de inspiración para crear los tocados más llamativos de Royal Ascot, una de las citas preferidas de la realeza británica.

Según el estricto  código de vestimenta  de este evento deportivo, que se remonta a 300 años, hombres y mujeres deben llevar la cabeza cubierta. Y el sombrero o  fascinator  debe ser vistoso: al menos de diez centímetros de base.

Este año, fue el debut de Meghan Markle, que eligió un tocado conservador de Philip Treacy, el diseñador de sombreros más famoso del país. Muchas otras mujeres también optaron por esta casa para destacarse en el predio ubicado en Berkshire, cerca del castillo de Windsor. Mientras hay quienes fueron más arriesgados.

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Fotos: EFE