- jueves 01 de diciembre de 2016 - 12:00 AM
GRATO
La rumba cubana y el merengue de la República Dominicana sedujeron hoy con sus ritmos y contoneos sensuales a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que las ha declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La música latinoamericana fue una de las notas más sonoras de la jornada de deliberaciones del Comité intergubernamental de la Unesco reunido en Adis Abeba, que también acordó proteger a la cultura de la cerveza belga y las Fallas valencianas, entre otros.
En un momento triste para la isla, que afronta nueve días de duelo por el fallecimiento el viernes del líder de la revolución cubana, Fidel Castro, la rumba dio un motivo de celebración con el reconocimiento de la Unesco.
Precisamente a Castro dedicó la delegación de Cuba presente en la capital etíope este reconocimiento musical.
No lejos del lugar donde se debate sobre bienes culturales, un memorial recuerda a los cubanos que lucharon junto a los soldados etíopes contra Somalia en la guerra de Ogaden a finales de la década de 1970, una de las intervenciones de la Isla para apoyar la causa comunista o movimientos de liberación africana.
Muchas décadas antes, al otro lado del Atlántico, una nueva expresión musical nacía en los barrios marginales de la Habana y Matanzas, a los que habían ido a parar las comunidades de esclavos llegados de África.