El mundo del rock sigue de luto. Ozzy Osbourne, la leyenda del heavy metal, falleció el pasado 22 de julio a los 76 años, y ahora su certificado de defunción ha revelado la causa oficial de su partida: un infarto agudo de miocardio seguido de un paro cardíaco extrahospitalario, según informó el diario británico The Sun.

El documento también detalla las condiciones de salud que complicaron su situación: enfermedad arterial coronaria y párkinson con disfunción autonómica, padecimientos que el propio Ozzy había confesado a sus fanáticos en los últimos años, enfrentando cada escenario con valentía.

Su adiós no pudo ser más épico. El 5 de julio de 2025, en su natal Birmingham, Ozzy se subió por última vez al escenario junto a Black Sabbath, en un concierto histórico con entradas agotadas y transmitido en línea para todo el mundo.

Ahora, la voz inconfundible del ‘Príncipe de las Tinieblas’ se apaga para siempre, dejando un legado inmortal en la historia del rock y en el corazón de millones de fanáticos que jamás olvidarán su rugido final.