El príncipe Enrique y Meghan Markle hechizan las calles de Windsor

En los alrededores del castillo, el lugar de descanso favorito de la reina Isabel II de Inglaterra, cerca de 120.000 personas se dieron cita
  • sábado 19 de mayo de 2018 - 9:12 AM

El príncipe Enrique y la estadounidense Meghan Markle hechizaron este sábado las calles de la localidad inglesa de Windsor, que lució multitud de banderas británicas para celebrar una de las bodas más importantes del año.

Para tal ocasión, el pueblo, de 30.000 habitantes, no perdió la oportunidad de exhibir sus mejores galas y coloreó sus paisajes con miles de personas que siguieron de primera mano todo el espectáculo que rodeó a la ceremonia.

En los alrededores del castillo, el lugar de descanso favorito de la reina Isabel II de Inglaterra, abuela del novio, cerca de 120.000 personas se dieron cita desde antes incluso de que saliera el sol, con la intención de no perderse ni un solo detalle y poder grabar en sus memorias la señalada fecha del calendario real británico.

Los curiosos, agolpados en las inmediaciones del castillo, no dudaron en exponer sus banderas del Reino Unido, así como objetos de todo tipo, desde coronas, bufandas, caretas, gafas de sol, todos ellos decorados con los colores nacionales.

Una mujer disfrazada del príncipe Carlos de Gales dijo, emulando al heredero y en tono de broma, que espera con muchas ganas "acompañar" a su nuera al altar.

En los últimos días, el padre de Meghan, Thomas Markle, declinó acompañar a la novia por motivos de salud, por lo que finalmente fue el príncipe Carlos, su suegro, quien cumplió con esta misión.

Su ausencia fue compensada por los miles de estadounidenses que viajaron a Inglaterra para vivir el evento, como Rachel Johnson, llegada desde California hace dos días solo para ver la boda.

Su bolso, lleno de recuerdos de la celebración como revistas, periódicos del día y libros, refleja la pasión con la que el país ha acogido la entrada de una compatriota en la monarquía británica.

"Los adoramos. Estamos de acuerdo en que es un cuento de hadas, da igual cuánto nos hayamos gastado, es algo que no tiene precio porque es una experiencia única", relató a Efe.

Pero Enrique y Meghan no son los únicos que pasean su amor hoy por la villa de Windsor y es que David y Lindsay, una pareja de recién casados, decidieron disfrutar su luna de miel en la localidad inglesa durante la celebración de la boda.

"Es una manera diferente de vivir estos eventos. Hemos venido a las 2 de la mañana para coger sitio, aunque tenemos alquilada una habitación de hotel enfrente del castillo. Ellos son increíbles, Enrique es divertidísimo y ella es muy dulce, parecen una pareja perfecta, aunque aún no los conocemos", dijo entre risas Lindsay.

Estar acampado a las 2 de la mañana no es nada en comparación a aquellos que han pasado días bajo el frío y la noche estrellada de este pueblo a las afueras de Londres, en el condado de Berkshire.

Es el caso de Marisa Arroyo, nacida en Colombia y, por trabajo, a caballo entre Londres y su país natal, quien lleva dos noches en el sendero que lleva hasta el castillo y por el que paseó el desfile final de la jornada.

Con Meghan, exactriz y divorciada, no tardaron en llegar las comparaciones sobre la reina Letizia Ortiz entre los españoles desplazados a Windsor.

Por ello, José Valenzuela, de Granada y trabajador en las afueras de la capital británica, afirmó que esta boda es "un poco como la de Letizia y el rey Felipe -entonces príncipe-".

"Viene de otro ambiente, no procede de un marco de la realeza, está divorciada, se complementan el uno al otro igual que Felipe y Letizia", puntualizó.

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