- lunes 21 de julio de 2014 - 12:00 AM
La noche perfecta, con un público perfecto, para que un chiricano, un boricua y un estadounidense de origen dominicano hicieran vibrar la Plaza Figaly, el pasado sábado.
El espectáculo ofreció de todo, desde elegancia, pantalones caídos, dedos con señas vulgares y hasta una chica que se aprovechó de Prince Royce para apapacharlo y darle un beso.
El primero en salir al escenario fue el panameño Joey Montana, aunque estuvo por media hora en la tarima fue suficiente para poner a corear a los presentes sus temas, entre ellos: ‘Tus ojos no me ven’, ‘Melodía’ y ‘Amor del bueno’. Todos los números fueron acompañados por una banda de músicos.
No fue hasta las 10:35 de la noche que en escena salió Prince Royce.
Al ritmo de la bachata y con la energía que le imprimió este chico de 25 años, las chicas solo se les escuchaba decir ‘Prince te amo’.
De las 17 composiciones que brindó Prince, hubo una especial, ‘Incondicional’, que una de las miles chicas entre el público aprovechó para subir al escenario. Estaba con un suéter blanco especial para el evento que decía: ‘Te amo Prince Royce’, y un corazón enorme.
La fan fue paseada por todo el escenario de la mano del cantante y, en el centro de la tarima, tomó una rosa y se la entregó a la joven que aparentaba que le iba a dar un infarto, pero de la emoción.
Pero al momento de entregarle la rosa, Prince hizo algo que quizás ni la producción se imaginaba, le dio tremendo beso a su fan en la boca, ¡joooo...! pero eso sí, aclaró que entre el medio de los labios de ambos estaba una rosa.
Después de esta interpretación, el artista siguió con cinco canciones más, cerrando con el tema ‘Darte un beso’.
Y si la gente quedó activada con el ‘Príncipe de la bachata’, con lo que venía, quedarían más que enloquecidos.
El turno de Don Omar llegó y la gente no escatimó en gritar y llenar de energía la Plaza Figaly.
El artista puso a saltar a los presentes con lo mejor de los mejor de su repertorio, con un ritmo tropical acompañado por una banda musical especial para la ocasión, pero con la esencia del reguetón.
Antes de interpretar ‘Badolero’, Willian, nombre de pila del artista, dijo que ha sido delincuente, pastor, entre otras cosas, pero que a sus 36 años, el orgullo solo se lo quita ante Dios.
Seguido de sus palabras, arrancó ‘Aunque digan que soy un bandolero donde voy...’ Y así, tres horas fueron más que suficientes para que el reggae y la bachata dejarán su marca en la Plaza Figaly.
