- martes 14 de enero de 2020 - 12:00 AM
En estos días en los que se hace más difícil desplazarse de un lugar a otro, en los que tomar un descanso puede parecer algo imposible, los audiolibros son una alternativa viable para disfrutar de la literatura sin la culpa de olvidar las diligencias y los trámites.
He probado varias aplicaciones y plataformas hasta encontrar los contenidos que más me gustan. Así que esta semana, mientras escuchaba un poco de música, descubrí la cuenta podcast de "Por qué leer".
Encontré autores legendarios, como Quiroga y Juan Rulfo, pero conocí este cuento al que jamás hubiese llegado, de no ser por la excelente lectura de Cecilia Bona. En este cuento, su autor, el periodista Ariel Scher, utiliza la narración del cumpleaños de un octogenario ex-futbolista para filosofar sobre esas personas, cuya misión de vida pareciera hacer la de otros insoportable. En "Los mierdas", la rabia de tener que convivir con gente que aprovecha sus privilegios para desmotivar a la gente que se esfuerza por hacer de este un mundo mejor, se expresa en la voz del tío Alfredo, que introduce esta visceral clasificación con la que separamos a políticos reales de los mierdas, a dirigentes deportivos reales de los mierdas, a artistas reales de los mierdas y por eso yo me identifico con Cecilia, que promueve la lectura, y con el tío, que luchó toda la vida por el fútbol (aunque yo empujo por la literatura).
Conocemos a gente que ha trabajado hasta agotar sus fuerzas para llevar adelante iniciativas ciudadanas artísticas y culturales, pero encuentran obstáculos para hacerlos crecer de forma sostenible, mientras ven que nuevos proyectos logran espacios y financiamientos de alto nivel. Ven como viajan los dirigentes deportivos con todos los gastos pagos, mientras los atletas se quedan en tierra por falta de presupuesto. Algunos mueren sin saber por qué se les negó el apoyo, ya sea a nivel estatal o privado. Se cansaron, como el tío Alfredo y como muchas otras personas, de los mierdas.