El estreno de la serie “Chespirito: Sin querer queriendo” ha revivido no solo la nostalgia por uno de los programas más queridos de la televisión latinoamericana, sino también viejas polémicas y tensiones entre sus protagonistas. Desde señalamientos de Florinda Meza hasta indirectas de Carlos Villagrán, los líos en torno a esta producción no han pasado desapercibidos.

Una de las principales críticas viene de Florinda Meza, viuda de Roberto Gómez Bolaños, quien aseguró no haber autorizado el uso de su imagen en la serie. En lugar de su nombre real, el personaje inspirado en ella aparece bajo el seudónimo Margarita Ruiz. Meza, molesta por la representación, declaro que no estaba contenta y que se dirían muchas mentiras.

Otro de los escándalos fue la supuesta relación entre Florinda y Carlos Villagrán (Quico), el cual admitió también no haber sido invitado a participar de la serie.

La serie también retrata una discusión entre Chespirito y Villagrán en Acapulco por los derechos de “Quico”, pero versiones recogidas por primicias indican que dicho encuentro fue cordial y no tan dramático como se presenta. De hecho, Gómez Bolaños habría aconsejado a Villagrán dejar de depender del personaje.

Además, el actor de doblaje Jorge Gutiérrez Zamora, conocido por narrar los programas del Chavo, avivó la controversia al recordar que Florinda Meza fue novia de Villagrán antes de estar con Chespirito:

“Florinda había sido novia de Quico... y al rato ya andaban juntos” esto según el medio oficial infobae

Aunque la serie se promocionó como un homenaje a la vida de Gómez Bolaños, los efectos colaterales han sido intensos: personajes reales descontentos, disputas legales reactivadas y una audiencia dividida entre el amor por el ídolo y la curiosidad por los secretos detrás del telón.