La historia de un trovador que transforma la adversidad en arte

Jorge Batista De León, sin ver con los ojos, ilumina con el alma y la décima
  • sábado 19 de julio de 2025 - 12:00 AM

Desde muy niño, Jorge Batista De León sintió el llamado de la décima. A los cuatro años ya improvisaba versos en los actos escolares, pero no fue sino hasta 1984 cuando comenzó a cantar profesionalmente, enfrentando un camino lleno de desafíos.

Conocido artísticamente como ‘El ciego que ve con los ojos del alma’, Jorge ha hecho de su discapacidad visual un impulso para sobresalir como trovador, compositor, locutor y operador de sonido.

Jorge recuerda con nostalgia cómo los inicios fueron cuesta arriba. “Los trovadores de la época no me aceptaban por mi condición”, confiesa. Pero no se detuvo. Se abría paso solo, buscando escenarios en jardines y cantinas como ‘El Cosita Buena’, donde el público, impresionado por su talento, lo subía a la tarima sin dudarlo.

Compone para sí mismo. Asegura que nadie interpretaría sus décimas como él lo hace. “Escribir es expresar lo que siento, cantar mis vivencias. No he escrito para otros porque me gusta transmitir lo que compongo desde lo más profundo de mí”, afirma con convicción.

Aunque no recibió apoyo directo de muchos colegas, guarda un agradecido recuerdo del poeta y trovador Benjamín Acevedo, quien lo animó a buscar un estilo propio. “No imites a nadie, tú puedes cantar con tu sello”, le dijo una noche tras un evento. Ese consejo marcó su camino.

Hoy, Jorge canta según la temporada. A veces tiene presentaciones cada fin de semana y otras, hasta cuatro veces en una semana, aunque los paros y cierres recientes han reducido los eventos. Antes de la pandemia, podía cobrar entre 300 y 500 dólares por presentación; en sus inicios, apenas recibía 60 dólares.

Cada décima, cuenta, nace de la inspiración. Puede escribir una en una hora, pero otras tardan días. Las guarda en su computadora, apoyado en lectores de pantalla que aprendió a manejar tras formarse en el Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), donde también usó el sistema electroescritura para sus primeras composiciones.

¿Qué proyectos tiene a futuro?

Además de trovador, Jorge es locutor. Desde 1991, inició con el programa ‘Facetas del Folclor’ en la emisora Urracá y actualmente lo produce en Onda Centrales.

Siempre ha soñado con tener su propia emisora, quizás en formato digital, gracias a las posibilidades que ofrece Internet.

Su voz no es potente ni privilegiada, lo reconoce, pero canta con el alma. “No imito a nadie, canto desde mis sentimientos”, afirma con orgullo. Su historia es un ejemplo de lucha, de arte con propósito y de fe en uno mismo. Un trovador que, sin ver con los ojos, ha sabido mirar la vida con el alma.