Isla Catalina, santuario de aves y paraíso natural

La isla es un lugar de ensueño natural rico en flora y fauna únicas. La estación alta, de enero a abril es la preferida para el avistamiento de aves.
  • sábado 20 de junio de 2020 - 12:00 AM

La Isla Catalina está situada en el Pacífico chiricano y es considerada una joya natural y santuario de aves silvestres, rica en diversidad de especies únicas en el mundo.

Localizada dentro del Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí (PNMGCH), que abarca 14,740 hectáreas de islas y aguas marinas en el Pacífico occidental panameño, la isla Catalina alberga miles de especies de aves que convierten el sitio en una perenne sinfonía de sublime canto con acordes de las olas que rodean los peñascos.

Santuario

La orografía de la isla, de forma escarpada con acantilados muy sobresalientes que se hacen acompañar de grietas y escalones naturales, la convierten en el sitio perfecto para que las aves marino costeras lleguen a anidar, aparearse y alimentarse.

Al santuario, como la conocen, llegan pelícanos, paticuervos, cormoranes y tijeretas entre muchas otras especies de aves de singular belleza.

Esta isla, al igual que las demás, se caracteriza por estar formadas por pequeños cerros y colinas de rocas sedimentarias que no sobrepasan los 100 metros de altitud sobre el nivel del mar.

‘Las aves se aprecian con mayor frecuencia desde tem prano hasta a eso de las nueve de la mañana y después del mediodía, pasadas las cinco de la tarde; es un sitio muy importante para que aniden las aves residentes y migratorias, en el que se puede contemplar el apareamiento y alimentación de las cuatro especies de aves' explica el ingeniero Carlos Saldaña, jefe del Parque Nacional Marino G olfo de Chiriquí.

"El bosque secundario maduro está bien conservado", asegura Saldaña.

En las islas cercanas también viven otras aves como: torcazas, pericos frentirrojas, zarsetas, gavilán, pato silvador, loros, garzas, cuervos, martín pescador, entre muchas otras más que son visibles entre el dosel del bosque integrado por árboles maría, roble, cedro espino, cedro amargo, espavé, corotú y manglares.

Área protegida

Esta área protegida, con islas e islotes muy cercanos a la costa, presenta diversas opciones para disfrutar del turismo de naturaleza, con sus atractivas playas, acantilados y corales a poca profundidad que se pueden disfrutar el nado ‘snorkeling'.

El parque conserva a algunas especies amenazadas como tortugas marinas, tiburones martillo, delfines y además contiene el 85% de la totalidad de los géneros de peces del Pacífico Oriental Tropical (POT); y forma parte de un extenso Corredor Biológico Marino del POT, siendo este el lugar ideal para recibir la migración de las ballenas jorobadas.

La zona también es muy rica en arrecifes de coral y sus praderas marinas están acompañadas de la presencia de un número plural de criaturas acuáticas.

El parque, fue creado mediante resolución de Junta Directiva en 1994, teniendo entre algunos de sus objetivos conservar y mantener la diversidad de las especies de flora y fauna marina costera existente, así como promover el manejo y desarrollo de los recursos de manera integral y sostenible.

Cómo llegar

Una de las rutas es por el puerto de Boca Chica, en el distrito de San Félix; el recorrido le tomará entre 40 a 45 minutos.

También se puede zarpar desde el puerto Pedregal, en la ciudad de David.

Una de las cosas que no están permitidas es que los visitantes no deben nadar sin el debido consentimiento de los guarda parques que se encuentran en la isla, de acuerdo con una fuente de el Ministerio de Ambiente.

De igual forma, en la comunidad existen tour operadores que ofrecen el servicio de guía por un precio que oscila entre 15.00 a 20.00 dólares con el debido entrenamiento de la Autoridad de Turismo de Panamá, (ATP).