El gran oso azul  [Cuento]

Un cuento de aceptación frente a las diferencias
  • sábado 15 de julio de 2023 - 12:00 AM

De color azul, ojos saltones e impresionante tamaño, es Danilo, un oso diferente a los que se encuentran regularmente en los zoológicos. Por su aspecto físico evitaba que los visitantes lo vieran.

Dentro del zoológico también está el viejo Eddy, un león que supera la edad de todos los que habitan en el sitio.

Un día los dueños querían dar a conocer el reconocido zoológico por medio de fotografías, para eso necesitaban escoger una especie por sección.

Entre los felinos comenzó el alboroto por saber quién es el mejor en el grupo, por reconocer al más fuerte y líder de la manada; mientras que para osos su decisión era más exigente.

Danilo veía con dificultad que lo escogieran, el oso vivió apartado de los demás toda su vida.

Al ver el viejo Eddy que Danilo no estaba entusiasmado por la sesión fotográfica preguntó inmediato lo que sucedía, a lo que Dani respondió: ‘Jamás se fijarán en mí, soy todo lo contrario de lo que buscan, mi estatura y mi color han hecho que todos se burlen de mí por años'.

Días después, en el zoológico recibieron alrededor de 50 niños de un colegio.

Para los animales este era el momento perfecto para resaltar cada una de sus destrezas y sobresalir ante sus dueños.

Para Danilo era un día normal y para evitar la burla de sus compañeros prefirió arrinconarse.

En el grupo de estudiantes siempre se encuentra un niño más inteligente u otro callado, pero, también, uno más curioso e inquieto, y en este recorrido no fue la excepción.

Tomás era el más pequeño de los niños, su curiosidad no la podía contener. Al recorrer de derecha a izquierda en el lugar observó a lo lejos un bulto de color azul, sorprendido, corrió rápidamente donde su maestra y demás estudiantes. Gritaba, insistente: ¡Vengan a ver un gran animal!

Sin imaginar lo que podrían encontrar, caminaron hacía donde el pequeño.

‘¡Amiguito, amiguito, sal de allí!', le dijeron.

Al ver que no salía su voz aumentaba, su inquietud era signo de su ansiedad por verlo. En medio de angustia y temor por Danilo se escuchaba a lo lejos cada vez más: ‘¡Amiguito, amiguito! Por favor ven', Danilo, al percatarse de la insistencia del niño, se armó de valor.

El animal azul, con ojos grandes, fue saliendo poco a poco de la cueva, en la que estaba escondido.

La sombra de su tamaño inusual cubría por completo las figuras de los niños que lo observaba, quedando mudos y asombrados.

La encargada de la excursión quedó atónita, los demás decían palabras alentadoras al animal para que se acercara.

Los dueños del lugar, al notar la conmoción entre los presentes, quedaron impactados con lo que representaba Danilo para los visitantes.

Tras ese episodio, el animal se convirtió en la mascota oficial del zoológico.

El viejo Eddy, viendo la popularidad de Danilo, le preguntó: ‘Es momento de darte aquel consejo que hace un tiempo preferí guardar. ¿Te has dado cuenta por ti mismo que todos somos diferentes y que cada uno tiene una chispa especial que nos hace valiosos?'.

Este cuento no deja la siguiente moraleja: ‘Todos somos diferentes y, quizás, sin pensarlo, tenemos un potencial en bruto que hace la verdadera diferencia. Pero lo guardamos en silencio por el temor de no ser aceptados'.

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