La eterna espera de Adriana Bilbao

La sacudida mundial por el impacto de la pandemia la sienten a flor de piel las reinas entrantes del Carnaval panameño. Por segundo año consecutivo siguen en espera de ese mágico momento: la coronación para darle alegría y farsa a los amantes de la fiesta del rey momo.

Adriana Liz Bilbao Cajar, reina entrante de Calle Abajo de Capira, es una de ellas.

Confesó a El Siglo que la espera ha sido agobiante con un asomo de tristeza. Sin embargo, se fortalece cuando recuerda que la salud y bienestar de la población está por encima de los intereses personales.

‘Es por eso que, con paciencia, aguardo para hacer realidad ese sueño que tanto anhelo desde pequeña ', dijo.Adriana con linaje de reina – su madre Dalys Cajar fue reina de Calle Debajo de Capira en 1994- dice que en medio de la espera hay fuertes motivaciones porque su pueblo y familia la respalda, de que muy pronto tendrá la oportunidad de darle a los seguidores de Calle Debajo de Capira el cariño, alegría y carisma al que están acostumbrados celebrar en Carnaval.

‘Justo cuando nos preparábamos para las actividades del reinado de 2021 entramos en cuarentena y luego cuando se veía una luz en el camino y teníamos un 75% de las cosas preparadas, las autoridades tomaron la decisión de suspender; por supuesto, por el bienestar de todos', compartió la también estudiante Ingeniería Civil y con apenas 21 años de edad.

Con la llegada del tiempo del Carnaval 2022, Adriana reconoce que su emoción sigue intacta, en pie, con la fortaleza que toda reina debe demostrar en los cuatro días de fiesta.

Mientras tanto, asiste a la universidad, cuida lo que come, es fiel a las rutinas de ejercicios, pasa en familia, organiza los detalles pendientes de sus atuendos a utilizar (tiene los vestidos de lujo listos) y mantiene la comunicación permanente con la tuna de Calle Abajo para las actividades.

Las tonadas están casi listas y lo único que tiene por definir es la pollera de lujo que utilizaría para la noche típica; ya son varias las opciones analizadas.

En su mente atesora aquel lunes de Carnaval de 2020 cuando tuvo la experiencia más cercana a la festividad en el que se recorrió las calles de Capira en vestido de fantasía como la promesa de reina entrante. De eso están los registros fotográficos incólumes como esa pasión que lleva por las venas de ser reina.