Esteban De León, la voz alegre del folclor que la violencia silenció

Panamá llora la partida de un joven lleno de sueños, alegría y amor por su tierra
  • jueves 06 de noviembre de 2025 - 3:35 PM

Panamá entero sigue con el corazón encogido. La muerte de Esteban Danilo De León Osorio, de apenas 25 años, ha dejado un profundo vacío y una ola de tristeza entre familiares, amigos y amantes del arte.

Era un joven alegre, trabajador y apasionado del folclor panameño, una voz que brillaba con fuerza hasta que la violencia le apagó la vida.

Desde que se reportó su desaparición el pasado 31 de octubre, las redes se llenaron de mensajes de esperanza. Sin embargo, la noticia del hallazgo de su cuerpo detrás de una iglesia en el sector 3 de Las Paredes, en la 24 de Diciembre, rompió el alma de todo un país.

Cientos de panameños, muchos que nunca lo conocieron, se unieron en una sola voz: “¡Justicia para Esteban Danilo!”

Quienes compartieron con él lo recuerdan como “el alma alegre de la familia”, un muchacho que donde llegaba, cantaba y contagiaba su energía positiva.

Desde niño demostró un talento especial para la música, especialmente las de corte folclórico. Con solo 11 años, participó en la quinta edición del programa Canta Conmigo, en 2012, donde deslumbró al público con su potente voz y su carisma natural.

En uno de los videos promocionales del programa, Esteban alzaba su voz para pedir “un alto a la violencia”, sin imaginar que, años después, esa misma violencia le arrebataría la vida. Una ironía tan dolorosa como injusta.

Amor por el tamborito

En las redes sociales también circulan videos donde se le ve interpretando tamboritos con orgullo, siendo la voz principal de una de las expresiones más auténticas del folclor panameño.

“Le encantaba cantar tamborito, decía que era su manera de honrar a Panamá”, contó una amiga cercana.

Este jueves, su comunidad se vistió de blanco. Familiares, amigos y vecinos recorrieron el corregimiento de la 24 de Dicembre en caravana, entre globos, lágrimas y cantos, para despedirlo como él vivió: con música y sentimiento.

Al finalizar, su madre, Yesenia Osorio, entonó un tamborito triste junto a famailiares y vecinos del sector de Nueva Esperanza, en la 24 de Diciembre, donde Esteban residía. “Canto por mi hijo, porque su voz no puede morir”, dijo con el alma rota.

Esteban era padre de una niña, trabajador del Aeropuerto Internacional de Tocumen y un ejemplo de esfuerzo y humildad, así lo describieron quienes estuvieron presente en un homenaje improvisado, pero cargado de amor y dolor.