El sueño de Ronnie De Gracia: un hospital para los que nadie ve

La noche del cierre de Héroes por Panamá 2025 tuvo un momento que movió al país entero: Ronnie De Gracia, el paramédico que ha dedicado su vida a asistir a las personas sin hogar, se alzó como el gran ganador de la gala realizada por TVN.

Lo que comenzó como un reconocimiento a su entrega terminó convirtiéndose en un giro decisivo en su futuro, pues Ronnie recibió una beca para estudiar Medicina, un anhelo que había perseguido durante años sin obtener respuesta.

Emocionado y sorprendido, solo atinó a decir: “Este sueño no es para mí, es para la gente que atiendo cada día.

La historia de Ronnie comenzó hace ocho años, mucho antes de ser paramédico. En entrevista con El Siglo, recordó que todo nació mientras hacía su curso de confirmación en la Basílica Don Bosco en Calidonia. “Iba a la puerta de la iglesia a dar comida. Cada día llegaban más y yo solo quería seguir ayudando”, explicó.

Ese acto sencillo se convirtió en una misión de vida que lo llevó a recorrer Calidonia, Santa Ana, San Felipe, Curundú y otras zonas de la capital, atendiendo a personas en situación de calle con recursos comprados de su propio bolsillo.

Ronnie relató que con el tiempo su vocación lo impulsó a estudiar Emergencias Médicas en la Universidad de Panamá. “Tenía voluntad, pero no el conocimiento. No quería lastimar a alguien por hacer algo sin saber”, aseguró.

Su frase se volvió lema cuando empezó a curar, suturar, canalizar y acompañar a más de 200 personas en la calle cada semana. Todo lo financiaba con su propio salario. “Lo que hago no es parte de mi trabajo. Es voluntad pura. De mi sueldo saco para comida, ropa, insumos, medicamentos, todo”, contó.

Su deseo de convertirse en médico nació gracias a uno de sus pacientes más emblemáticos: un adulto mayor con cáncer terminal que atendió y acompañó hasta su última cita. Aquella persona le dejó un mensaje que Ronnie nunca olvidó: “Estudia, estudia. Después de mí vendrán otros peores, y yo quiero que tú los atiendas”.

Ese día marcó un antes y un después. “Quiero ser oncólogo porque en la calle he visto demasiado sufrimiento que no puedo atender solo con lo que sé hoy”, confesó.

Durante años buscó una beca sin resultados, tocando puertas que le decían que “no aplicaba” o que probara con otra carrera. Aun así, siguió adelante.

Hoy, tras su triunfo en Héroes por Panamá, Ronnie asegura que su mayor esperanza es construir algún día su “hospitalito”; un pequeño centro donde pueda atender dignamente a quienes viven en la calle. Con la beca recién anunciada, ese sueño parece más cerca. “Esto no es por mí, es por ellos. Los pobres han sido mis mejores maestros y mis pacientes predilectos. No pienso abandonarlos nunca”, afirmó el nuevo héroe del país.