El reto de contar la vida de Pedrito Altamiranda a ritmo de música

“Perdí los pocos pelos que me quedaban en la cabeza haciendo esta obra”, confiesa Benjamín Cohen, director de ‘Pedrito Altamiranda, El Musical’, la obra que tiene como protagonistas a los actores Julio Barzallo y Luis Arteaga.

Y no es para menos. Convertir la vida del icónico trovador panameño en un espectáculo teatral resultó una verdadera odisea creativa. El equipo pasó más de tres meses de ensayos intensos, muchos hasta la madrugada, para dar vida a un montaje que promete emocionar, divertir y despertar el orgullo nacional.

El mayor desafío, según Cohen, fue adaptar las canciones de Pedrito, piezas que no siguen la estructura tradicional de una canción. “No tienen estrofas ni coros definidos, son pensamientos cantados, listas de cosas, historias espontáneas. Eso me dejó con páginas en blanco por semanas”, reveló.

Pero la inspiración llegó de una fuente inesperada: los chats de WhatsApp que el propio Pedrito compartía con sus amigos, descubiertos durante la investigación que se hizo para estructurar el guion.

“Fue como si él mismo nos hablara desde el cielo, guiándonos para contar su historia”, dice emocionado.

El resultado es un musical que recorre tres etapas de la vida del trovador: su niñez, su juventud irreverente y su madurez artística, interpretadas por tres actores distintos.

Cada canción, cada diálogo, y cada coreografía reflejan el espíritu libre y rebelde de Altamiranda, un artista que nunca se dejó censurar y que usó su música para retratar la identidad panameña.

Cohen, venezolano radicado en Panamá desde hace 18 años, reconoce que dirigir esta obra lo conectó profundamente con la cultura del país. “Yo no conocí a Pedrito, pero al leer sus mensajes, escuchar sus amigos y entender su valentía frente a la dictadura, terminé admirándolo como si fuera mi propio héroe”, comenta.

Detrás del telón, un ejército de más de 50 artistas y técnicos ha hecho posible la magia. Para este musical se confeccionaron 460 vestuarios, 12 cambios por bailarín y una escenografía que se transforma como si fuera televisión en vivo, según describe el director.

“Es el proyecto más ambicioso que hemos hecho; no hay descanso, pero vale la pena cuando escuchas al público cantar sus canciones.”

El musical se estrena hoy 6 de octubre en el Teatro Pacific, y más que un homenaje, es un viaje al alma de un país.

“Pedrito Altamiranda no solo escribió canciones”, concluye Cohen, “escribió la historia de Panamá en versos y salsa y calipso. Nuestro reto fue ponerle cuerpo y alma a esa historia, aunque nos quedáramos calvos en el intento”, expresó, luego de indicar que las coreografías están a cargo de Melina Picota, Ricardo Moreno y Carlos Díaz, mientras que la dirección musical, además de su persona, trabajaron Randy Cuevas y Edmund Archibold.