- domingo 21 de diciembre de 2025 - 12:30 PM
Con tan solo 19 años, Maykel Jason Calvo Salazar se abre paso con fuerza en el mundo del arte y la tradición panameña, dedicándose al 100% a la confección artesanal de máscaras, una expresión cultural profundamente arraigada en La Chorrera.
Maykel cursó sus estudios primarios en la escuela José María Barranco y secundarios en el colegio Moisés Castillo Ocaña. Actualmente, se encuentra en proceso de formación en Ingeniería Automotriz en la Universidad Tecnológica de Panamá, demostrando que la pasión por el arte puede coexistir con la formación académica.
Desde muy pequeño, mostró un talento natural para el dibujo y las artes plásticas. Su incursión en el arte de la máscara fue fortalecida gracias al aprendizaje junto al joven artesano David Méndez, de quien absorbió técnicas fundamentales durante aproximadamente un año, y al apoyo de su gran amigo Allan Núñez, quienes fueron piezas clave en el desarrollo de su estilo y destreza artística.
En la confección de las máscaras del Gran Diablo, Maykel encuentra inspiración en imágenes de demonios, animales y, en muchos casos, en referencias específicas solicitadas por los clientes. A su vez, mantiene con orgullo la elaboración de las máscaras tradicionales de La Chorrera, respetando los rasgos y elementos que forman parte del legado cultural.
Más allá del taller, Maykel también vive la tradición desde la danza. Ejecuta la danza del Gran Diablo de La Chorrera, representando la figura principal del Diablo Mayor, portador de un texto ancestral.
Además, forma parte de la agrupación “Alegorías de mi Tierra”, donde interpreta diversos bailes folklóricos de la región, bajo la guía del licenciado Juan “Pollera” Villarreal, reconocido maestro artesano.
El proceso de creación de cada máscara inicia con la selección de la materia prima: barro proveniente de Arrieta, harina, papel manila, papel de cemento y papel periódico. En algunos diseños, incorpora astillas de madera para el tallado de dientes, colmillos y otros detalles personalizados.
Tras mezclar el barro con agua hasta lograr la consistencia ideal, comienza la fase más artística: dar vida al diseño. Pómulos marcados, cejas profundas y, sobre todo, una mirada aterradora es esenciales en cada pieza. Luego, el empapelado se realiza de forma minuciosa, aplicando entre seis y siete capas de papel de distintos grosores para lograr la rigidez adecuada.
Una vez seca la pieza, se desmonta y se colocan los cachos, tallados en lámina de poliuretano, que posteriormente se refuerzan con más capas de papel para evitar fracturas.
El proceso culmina con la pintura, donde sombras, profundidades y detalles finales transforman la máscara en una obra de arte única, creada especialmente para cada cliente.
Con talento, disciplina y respeto por la tradición, Maykel Jason Calvo Salazar representa a una nueva generación de artesanos que mantiene viva la cultura panameña, demostrando que el arte popular también tiene espacio en la farándula y el reconocimiento nacional.