La cultura de ahora

Las artes en Panamá están experimentando un crecimiento en contenido y diversidad, que es parte por el desarrollo económico y la inmigración que hemos vivido en los últimos años.

Cada vez más panameños están apoyando proyectos culturales y artísticos como audiencia o precursores de las expresiones artísticas.

Muchos, a corto plazo, vislumbran el reconocimiento; otros, el retorno económico, pero varios a mediano y largo plazo ven que tienen un poder y pueden realizar no solo una demostración de sus ideas, sino que también pueden lograr (si todo sale bien) un cambio, lo cual generaría un adepto más y de manera sustancial un agente de cambio en su hogar, comunidad, trabajo, círculos sociales y descendientes.

Este tema de la inserción de sangre nueva, que no solo intenta proyectos por pasión y por ideales, pues también buscan un sector al cual satisfacer y con el cual poder sustentar sus gastos de vida cotidiana. Los jóvenes siempre tienen deseos de arte, muchas veces no tan formal como en el Teatro Nacional, pero a veces prefieren un mensaje en la parte trasera del asiento de un ‘diablo rojo' y con eso basta.

He visto varias intenciones de los agentes culturales en Panamá para desarrollar una identidad panameña por medio de las diferentes artes. Cuanto más los panameños prefieran el arte que los represente e identifique, los artistas podrán tener más que investigar, desarrollar y presentar. Esto es cíclico y siempre ayudará integralmente a la sociedad de Panamá. Como todos sabemos la cultura va cambiando, al igual que los ideales, los sueños y las generaciones.

Los jóvenes independientemente de las oportunidades que tengan, deben procurar tener sueños y lograr sus objetivos en todo momento. Siempre hay oportunidades, solo hace falta tener los ojos bien abiertos para ver o ser creativos para poder ver los espacios donde no los hay.

En uno de los últimos conversatorios a los que asistí, me percaté de que hay un deseo ávido de saber más, independientemente de que sea información académica o empírica, y esto es muy positivo para las creaciones y el futuro artístico de Panamá.