[Cuento] El valor de una verdad
- viernes 12 de julio de 2024 - 4:32 PM
En un salón de clases, los niños conversaban de lo que tienen cada uno en sus hogares. La dinámica se hizo corta por la cantidad de alumnos; cinco eran los estudiantes que cursaban el quinto grado.Comenzó la presentación con María, que provenía de una familia adinerada. “Yo tengo cuatro casas, tres carros, tres baños y cuatro empleadas”.
Todos los niños quedaron asombrados por las maravillas que dijo tener María. A pesar de la cantidad de bienes, su sencillez y humildad eran notables. Pasó el segundo, Manuelito, sin titubear, mencionó durante su explicación que su familia no contaba con grandes lujos, pero tenía lo necesario para una vida sin complicaciones.
“Mi hogar cuenta con dos baños, no tenemos empleada, el vehículo que usamos es tanto de mi mamá como de mi papá y a pesar de que solo tengo una vivienda, considero que no necesito otra, ya que cuenta con el tamaño necesario, para mis padres, hermanos y yo”, afirmó el niño.
Inés y Ana, como eran mellizas, pasaron adelante juntas y dijeron que, a comparación de los anteriores, su estilo de vida era bastante sencillo. Tenían un hogar, dos mascotas y que compartían un solo baño para todos los que vivían con ellas. La intervención de las hermanas fue bastante rápida.
Luis, que estaba de último en la lista, se encontraba totalmente nervioso. Pensar, ¿qué iba a decir a sus compañeros? Era el motivo principal de su inquietud. Por un momento, sintió que el tiempo se detuvo y le mostró dos opciones: hablar con la verdad de lo poco que tenía o, simplemente, inventar y mentir en cada una de sus palabras.
Comenzó mencionando que tenía la oportunidad de mentir y que todos le creyeran, pero decidió decir la verdad y que todos lo conocieran como es él verdaderamente.Luis inició su intervención mencionando que logró ganar una beca para cursar sus estudios en uno de los colegios más importantes de la región, ya que sus padres jamás iban a poder cubrir la matrícula del plantel. A diferencia de los demás, el pequeño dijo que su hogar era de madera y que su residencia solo tiene un cuarto, duermen todos dentro de el.
Expresó que sus padres quisieran mejorar su condición de vida, pero el poco dinero que adquieren es para alimentarlos y cumplir con obligaciones básicas en su hogar.
Los niños no despegaban la mirada de lo que estaba exponiendo Luis, y es que la sinceridad del niño fue capaz de captar la atención de quienes lo escuchaban.
El muchacho culminó mencionando que espera tener todo lo que mencionaron sus compañeros, pero todo lo puede lograr estudiando y siempre llevando la verdad por delante, pese a lo que piensen las personas, es mejor que quienes te traten lo hagan por cómo eres y no por una imagen irreal.