Con un ‘sancocho de historias’ ganó premio literario
- domingo 24 de noviembre de 2024 - 12:02 AM
El día que le comunicaron la noticia de que había obtenido el Premio Diplomado de Creación Literaria 2024, el escritor Héctor González acababa de dejar a su hermano y su cuñada en el Aeropuerto Internacional de Tocumen porque viajaban a Costa Rica para ver el partido de fútbol. De vuelta a la ciudad, manejando por la Tumba Muerto recibió la llamada de una funcionaria de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), que le dijo que había ganado el mencionado premio con su obra ‘Cuentos variopintos’.
“Sentí que el mundo se detuvo con la noticia, pero lo que se paró fue el tráfico detrás de mí porque no avanzaba del impacto de la noticia. Por fin reaccioné y reanudé la marcha. Los conductores molestos me gritaban de todo”, confesó el escritor y exalumno del Instituto Alberto Einstein.
Expresó que este es su primer premio literario y que actualmente solo se dedica a escribir, pues está en vías de jubilación y tiene bastante tiempo para dedicarse a este oficio. Con motivo de su premio, El Siglo conversó con este autor.
Yo escribía desde que estaba en la escuela. En 1980, me gané el tercer lugar en cuento en los Juegos Florales de ese año para celebrar las bodas de diamante de mi querida escuela, el Instituto Alberto Einstein, pero formalmente, desde los 44 años, tengo 61. Me gusta contar historias porque me divierto inventando cosas y situaciones, algunas reales y otras ficticias, y creo firmemente en que la literatura es un medio eficiente y eficaz para retratar a la sociedad en que se vive con un buen poema, cuento o novela.
Yo leo de todo, aunque me gustan los clásicos como Homero, Cervantes, Edgar Allan Poe, Ernest Hemingway, Julio Verne, Emilio Salgari, entre los foráneos y entre los panameños: Joaquín Beleño, Justo Arroyo, Consuelo Tomás, Alondra Badano, Magdalena Camargo Lemieszek, Enrique Jaramillo Levi y Javier Alvarado. De todos aprendo, hasta de los malos como diría mi colega Dimitrios Gianareas. Es bueno siempre releerlos y leer a las nuevas voces que van saliendo.
Enorme la satisfacción. Es mi primer premio a nivel nacional. Me costó más de 10 años obtenerlo. Esto es el producto de la tenacidad, buena preparación, mucha lectura y la participación activa en talleres literarios y sobre todo la sensación de que sí se puede competir en buena lid y ganar.
Sí, había participado anteriormente, pero no había ganado hasta ahora que le tomé el pulso y me preparé bien.
Variopinto significa variedad. ‘Cuentos variopintos’ es una argamasa, es una mezcla, un sancocho (al mejor estilo panameño) de toda clase de historias que van desde cuentos con sabor a ciudad y campo, pasando por cuentos fantásticos hasta llegar a cuentos de ciencia ficción. Hay de todo. En los últimos años, se viene estilando en los concursos el famoso hilo conductor que da cierta unidad al libro. Yo rompí con eso y mostré más variedad, y esta propuesta aparentemente gustó al jurado.
Soy fanático de los concursos literarios. Son muy necesarios. Por un lado, son un buen termómetro para saber dónde estamos parados literariamente, recientemente declararon desierto el primero y segundo lugar del Changmarín de poesía y hay que reforzar el género, y por el otro es una forma de que se nos recompense por nuestro trabajo. Muchos de nosotros, los escritores, no tenemos cómo publicar y los concursos te dan ese premio más algún estipendio económico que no cae nada mal.
Sí, creo y participo activamente en ellos. Son una herramienta muy valiosa para nuestra formación como escritores. Aquí, en el país, la Universidad Tecnológica de Panamá convoca el diplomado de creación literaria en el que prestigiosos escritores dictan clases de cuento, poesía, novela, teatro, géneros periodísticos, grandes obras de la literatura universal y panameña. Igualmente, el Ministerio de Cultura tiene los profes (del programa de formación de escritores) que igualmente dictan talentosos colegas. La base es saber escribir historias, pero para que no se queden en la mera anécdota se necesita aprender técnicas (flashback, flash front, manejo de los tiempos, la voz narradora, etc.) para darle la malicia que toda narración necesita, sobre todo a la hora de participar en algún concurso. Una buena estructura es fundamental y los cierres, también.