Cirujano le mutiló los senos en brutal ataque a ex esposa

El agresor, un médico plástico, la drogó y le cortó los senos. Ya existen antecedentes de violencia similares que encienden las alarmas
  • miércoles 25 de junio de 2025 - 5:00 PM

Adriana Vargas, de 39 años, denunció públicamente que su exesposo, el cirujano plástico Hernando Correa, la drogó y le mutiló ambos senos mientras ella estaba inconsciente. El caso ha generado un profundo rechazo social y reabre el debate sobre los límites extremos de la violencia de género.Según el reporte de Noticias RCN, la agresión ocurrió en la casa del médico, cuando Vargas fue a dejar a la hija de ambos.

Ella asegura que aceptó un café que él le ofreció y luego perdió el conocimiento. Al despertar, estaba desnuda, adolorida y descubrió con horror que le había sido extirpado el tejido mamario, aparentemente con fines quirúrgicos. “Me quitó lo que más me dolía: mis senos. Me marcó para siempre”, declaró entre lágrimas.La Fiscalía General abrió una investigación por tentativa de feminicidio. El médico está prófugo y pesa sobre él una orden de captura.

El Colegio Médico de Bogotá condenó los hechos y pidió la suspensión inmediata de su licencia profesional. Este no es un caso aislado. En 2022, en Argentina, se conoció el caso de Brenda Micaela Barattini, quien fue condenada a 13 años de prisión por cortarle los genitales a su pareja con una tijera de podar. En ese caso, la agresora dijo haber sufrido abuso previo, lo que detonó una acción de venganza.En México, en 2020, la joven Ingrid Escamilla fue brutalmente asesinada y desollada por su pareja.

Las imágenes filtradas de su cuerpo generaron una ola nacional de protestas y una campaña de reflexión sobre cómo los medios manejan los feminicidios. Organizaciones como ONU Mujeres han reiterado que la violencia contra las mujeres no solo es física o verbal, sino también médica, psicológica y simbólica.

En palabras de María Noel Vaeza, directora regional para América Latina de ONU Mujeres: “Cada caso de mutilación o feminicidio es el resultado de una sociedad que normaliza el control y la dominación sobre el cuerpo de las mujeres.”El caso de Adriana Vargas no solo evidencia la brutalidad a la que puede llegar una agresión, sino también cómo el conocimiento médico puede ser usado como un arma letal. Hoy, Adriana lucha por sobrevivir física y emocionalmente, mientras su agresor sigue prófugo. Su voz, sin embargo, ya retumba en toda la región como un grito de alerta.

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