Artistas frente a la inteligencia artificial
- lunes 12 de junio de 2023 - 12:00 AM
Desde hace meses hay muchísima gente desacreditando la inteligencia artificial. La inteligencia artificial no es un problema, el problema es que no desarrollamos nuestra propia inteligencia.
Nos encontramos con una realidad: están haciendo ‘obras de arte' con inteligencia artificial. Esto ha traído miedo y desesperación en unos cuantos, por lo menos en Panamá. Miedo a la sustitución del artista.
La inteligencia artificial nunca sustituirá al artista. No es posible sustituir la creación.
La inteligencia artificial, para con el arte, es una simple y vaga herramienta que selecciona ciertos tipos de imágenes y las reúne para hacer ‘collages'; otras hacen ensayos literarios, reuniendo -nuevamente- ciertas ideas que va captando en la nube. En definitiva, la inteligencia artificial es un buscador de información existente.
Con esto, es importante mencionar que la inteligencia artificial es una herramienta de plagio, porque si realiza un ensayo con frases que encuentra, está plagiando la idea que alguien sí produjo de su inspiración y proceso creativo.
Y si produce una ‘obra de arte' con imágenes de obras de otros artistas, para hacer un ‘collage', está copiando tales artistas. Y no porque sea una herramienta tecnológica se debe hacer válido. El plagio está ahí. Ahora sí que parece ser la reencarnación de Marcel Duchamp (referencia: urinario presentado en 1917).
La disminución de nuestros procesos cognitivos, en aras de sustituirlos con tecnologías, simplemente porque están de moda, no nos va a beneficiar en lo absoluto. No los va a convertir en artistas. Simplemente los va a convertir en usuarios de una tecnología. No están creando y eso debe estar claro.
En cuanto a la calidad de las ‘obras de arte' que pueda generar la inteligencia artificial, claramente carecen de elementos imprescindibles dentro del proceso de creación de una obra: inspiración. Los artistas se inspiran de mil cosas, de sus emociones, de lo que le acaba de pasar, de ver algo en el campo, de su entorno, de sus situaciones de vida, etc. Es decir, la inspiración esta ahí. Lo decía Picasso ‘la inspiración existe, pero que te agarre trabajando'.
¿Debemos preocuparnos por la existencia de la inteligencia artificial?
En lo absoluto, lo que sí es preocupante es la conducta de las sociedades actuales. El quererlo todo fácil, y quererlo todo automático, hacen posible la existencia de la inteligencia artificial.
‘La diferencia entre un libro y un vulgar conjunto de páginas no está en quién escribe en ellas, sino en quién las lee'.
Personalmente, la inteligencia artificial no me impresiona ni me asusta. Tampoco lo veo como el apocalipsis de los artistas. Será un apocalipsis para quien no tenga talento. El resto seguirá creando y esta moda no significará ningún peligro. La inteligencia artificial hace más mediocre a los mediocres.
Inteligencia artificial y arte
El surgimiento de la inteligencia artificial deja en evidencia el declive de la existencia humana. Y el horrible concepto de lo ‘perfecto'.
Bien sabemos que la falsa democratización del arte justamente ha traído la concepción de que todos pueden ser artistas, por lo que deja de haber espectadores.
Eso conlleva a que gente sin cualidades artísticas hagan ‘arte' y, peor aún, tengan espacio en museos y galerías… ¡Vaya tiranía!
Los pseudoartistas, como les llamo a esta especie, son por defecto gente sin talento que necesitan soporte de técnicas y gusto estético, que no tienen. Ellos sí deberían estar preocupados por el apocalipsis que se les avecina. La inteligencia artificial sí tiene proligidad y por lo menos alguna idea -plagiada- de composición, contrastes y técnica.
Los pseudoartistas quieren ser exitosos
Parte de la patología de estas personas es querer la fama inmediata, lograr éxito al instante... sin ocuparse por crear, por hacer, por trabajar.
Pero esta idea no es propiamente de ellos, todos nacemos escuchando conceptos absurdos y horrendos del éxito.
Las ideas sobre el éxito son terroríficas. Tenemos una sociedad que ha formado un concepto muy enfermo del éxito y de ser vencedores. En eso están pensando muchos artistas y no solo ellos, sino muchos chicos que quieren hacer una profesión; en vez de pensar en dominar los factores de su profesión, en conocer perfectamente cuál es su ética alrededor de la profesión y cuáles son sus herramientas que deben conocer. Hoy solo están pensando en ser famosos, en tener éxito y ser ‘influencers'.
Alguna vez hemos conocido a alguien que -sin estudios- adopta títulos, profesiones y supuestas experiencias. Lo mismo ocurre con nuestros artistas contemporáneos. Viven una fantasía en la que creen que con dos talleres de pintura básica podrán hacer a Boticelli, gente que esimismados en cinismo, pretenden estafar al mundo mostrándose como algo que no son, justamente porque no quieren vivir el proceso, no quieren trabajar. Solo quieren éxito… sin sudor, sin preparación y sin fracaso.
Tenemos un concepto completamente desvirtuado. Hay tantos libros de autoayuda alrededor que hablan de cómo ser el vencedor y cómo ser el éxito. Por eso la gente ya no es solidaria, porque para tener éxito tienes que pasar por encima de un montón de gente. Ya no hay solidaridad, no hay compasión.
Tal como decía Miguel Ángel: ‘laboraré, laboraré, laboraré', y si esto lo aunamos a uno de los lemas de Vicent Van Gogh ‘hay que tener la paciencia de un buey'. Esto puedo recomendar a quienes están buscando el éxito nada más, olvidándose de los demás factores que pueden influenciar como artistas. Comportamiento que hace posible la existencia y uso de la inteligencia artificial en el arte.