Panamá debe producir limón
- viernes 08 de abril de 2011 - 12:00 AM
El limón es un cítrico tan común en Panamá como la naranja, que crece de manera silvestre, sin embargo este producto alcanza costos elevados durante el verano.
A juicio de Germán Chacín, presidente de la Asociación de Citricultores de la provincia de Coclé, la temporada seca influye en el precio del rubro muy apetecido para acompañar un pescado frito con patacones, un ceviche o una limonada con raspadura.
Dijo que los intermediarios encarecen el limón, ya que en cuestión de horas estos venden el cítrico a los consumidores finales hasta tres veces el precio.
En época de verano, el limón se paga a los productores a un costo aproximado de 18 centésimos por unidad, pero este producto llega finalmente al consumidor a un costo estimado de 50 centésimos.
Sin embargo, en la temporada de lluvia, explicó Chacín, el precio del producto puede bajar hasta 2.50 de dólar.
Chacín comentó a El Siglo, que parte del problema es que la mayoría de los cultivos de limón criollo se producen sin sistema de riego, lo que provoca que para el verano se agote la oferta y que lo poco que se saca son limones pequeños, que en ocasiones ni siquiera cumplen con las exigencias del mercado local.
Los productores de cítricos, en especial de limón, tienen que recurrir a los sistemas de riego para asegurar que los sembradíos cuenten con agua necesaria y que los árboles den un producto de calidad y, por lógica, esto encarece el producto.
En Panamá, existen aproximadamente 500 hectáreas organizadas y preparadas para la producción de limón.
Chiriquí y Coclé son las mayores productoras de limón, aunque gran parte del territorio panameño es apto para desarrollar sembradíos del cítrico.
Para este agricultor coclesano, la producción del cítrico tiene un futuro promisorio, pues hay mucha demanda y la oferta en el país no es suficiente para atenderla.
Igualmente, sostuvo que si más productores entran a esta actividad, Panamá estaría en capacidad de exportar limón, porque una de las ventajas del país es que no tiene ‘plagas cuarentenarias’, es decir, que el producto tendría las puertas abiertas en el mercado internacional.
También recomendó que el árbol de limón sea injertado con el patrón denominado ’Dragón volador’. Este injerto limita el crecimiento del árbol de limón a solo 2 metros, 10 centímetros.
Un árbol de ese tamaño permite al productor sembrar hasta 2.000 plantones por héctarea y también trabajar con mayor facilidad para combatir las enfermedades típicas del arbusto.