- sábado 23 de julio de 2022 - 2:04 PM
El monegasco Charles Leclerc (Ferrari) saldrá primero este domingo en el Gran Premio de Francia, el duodécimo del Mundial de Fórmula Uno que se disputa en el circuito Paul Ricard de Le Castellet, donde se benefició de la sensacional ayuda que le proporcionó, dándole rebufos, su compañero el español Carlos Sainz que, penalizado por cambiar varias componentes en su unidad de potencia y consciente de que arrancaría desde el fondo de parrilla, puso todo su talento al servicio del equipo.
Leclerc, de 24 años, que viene de lograr en Austria su tercer triunfo del año, firmó su decimosexta 'pole' en la F1 -la séptima de la temporada- al cubrir los 5.842 metros de la calurosa pista gala en un minuto, 30 segundos y 872 milésimas, 304 menos que el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que lidera el Mundial, con 38 puntos más que él. Y este domingo intentará seguir recortando diferencias en la general, en una carrera que el compañero de 'Mad Max', el mexicano Sergio Pérez (Red Bull) afrontará tercero; y el español Fernando Alonso (Alpine) desde la séptima plaza.
Sainz, que el viernes ya había penalizado diez puestos en parrilla por cambiar la centralita de su unidad de potencia, antes de firmar el mejor tiempo de la primera jornada de entrenamientos libres, confirmó este sábado lo que ya era un secreto a voces. Puestos a penalizar, mejor hacerlo en esta pista que en la siguiente, en Hungría, donde es más difícil adelantar. Así que completó toda una serie de cambios en el motor de su Ferrari y tendrá que buscar la remontada desde la parte trasera de la parrilla: saldrá decimonoveno, en la última fila, al lado del danés Kevin Magnussen (Haas), enviado al fondo del grupo por idéntico motivo.
El piloto madrileño, que una semana después de lograr, en Silverstone (Inglaterra), su primer triunfo en la categoría reina tuvo que abandonar en Austria, con su motor en llamas, cuando parecía más que factible que arrebatase la segunda plaza a Verstappen y completase un 'doblete' para la escudería, no sólo sacó pecho el viernes. Este sábado volvió a reivindicarse con otra sensacional actuación. Una puesta en escena que dejó bien claro que Ferrari puede contar con él para todo: después de lograr podios -lleva diez de sus doce de rojo, seis de ellos este año- y festejar su primera victoria, y en espera de que cuenten con él para gestas más elevadas, demostró que también es un auténtico hombre de equipo.
Carlos había acabado segundo el último entrenamiento, en el que 'Mad Max' quiso asustar, colocándole tres décimas y media al hijo del 'Matador', seis a Leclerc y casi un segundo al séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que acabó cuarto ese ensayo y que arrancará desde esa posición este domingo, en su Gran Premio número 300 en la F1. Desde la segunda fila, al lado de 'Checo', que no dejará escapar con facilidad su clara posibilidad de sumar el vigésimo segundo 'cajón' en la división de honor.
El bravo piloto tapatío, que manifestó tras la cronometrada principal su alegría por haber "podido remontar", había sido quinto, a poco más de un segundo de su compañero, en el tercer ensayo.
Alonso, que en 2005 -el año de su primer título, que revalidaría al siguiente- logró una de sus 32 victorias en Francia (aunque lo hizo en Magny Cours) y que el viernes no se marchó del todo contento con su undécimo crono del día, fue séptimo en la última sesión. El doble campeón mundial asturiano se quedó a un segundo y dos décimas de la joven estrella neerlandesa, que, con 24 años, aspira a retener la corona.
Leclerc marcó el mejor tiempo en la primera ronda (Q1) de la calificación, en la que quedó eliminado el francés Pierre Gasly (Alpha Tauri), para mayor tristeza del público local. Y en la segunda, el piloto del principado de la Costa Azul se tuvo que conformar con ver como Sainz -de lejos, el más rápido del día- marcaba el mejor tiempo, 'metiéndole' una décima a su compañero y un total de nueve a Verstappen; tercero en ese acto.
Magnussen, que había pasado a la Q2, obligando a Sainz a defender posición, también se clasificó para la tercera y definitiva ronda. Así que Haas y Ferrari -que le suministra motores a la escudería que dirige el italiano Günther Steiner- firmaron un imaginario y más que obvio pacto de no agresión y ni el español, ni el danés -que arrancará último- marcaron tiempo en la Q3. Una ronda en la que Leclerc se benefició del talento de su compañero, que le ofreció brillantes rebufos en sus dos intentos finales.
"Grande, Carlos", exclamó, agradecido, el monegasco tras firmar una 'pole', que -si se cumplen las estadísticas desde que, en 2018, Paul Ricard comenzase a albergar de nuevo el GP de Francia- es garantía de victoria. Sainz afirmó haber tenido "en términos de velocidad, el mejor fin de semana en lo que va de año" y festejó haber "trabajado bien como equipo", algo que según él, llevan "haciendo toda la temporada".
Alonso volvió a optimizar recursos y saldrá séptimo, en una cuarta fila que completará el japonés Yuki Tsunoda, octavo este sábado con su Alpha Tauri. Ambos arrancarán por detrás de los ingleses Lando Norris (McLaren) -quinto- y George Russell (Mercedes), que coparán la tercera hilera.
Desde la quinta, beneficiándose de las penalizaciones de Sainz y Magnussen, arrancarán dos pilotos que habían quedado eliminados en la Q2: el australiano Daniel Ricciardo (McLaren) y el francés Esteban Ocon, el compañero de Alonso, al que el genial piloto asturiano,16 años mayor, aventaja 8-4 en el duelo interno de calificación. Confirmando una vez más lo que afirmó el año pasado en una entrevista con Efe que tuvo lugar en Austria: que "no importa la edad, sino el cronómetro".
La carrera de este domingo, prevista a 53 vueltas, para completar un recorrido de 309,6 kilómetros, será la duodécima de las 22 que integran el calendario, y la penúltima antes del parón vacacional, que arrancará después de que el próximo fin de semana se dispute, en el Hungaroring -el circuito de las afueras de Budapest- el Gran Premio de Hungría.