Estrellas de Grandes Ligas caídas en pandemia
- martes 11 de abril de 2023 - 12:00 AM
El año 2020; iniciaba con una triste noticia, en el mundo del béisbol profesional; la muerte el 1 de enero de Don James Larsen, a los 90 años de edad. El lanzador de los Yanquis de Nueva York; que en 1956; en el 5to. juego de la Serie Mundial, lanzó un juego perfecto; retirando a los 27 bateadores de los Dodgers de Brooklyn que enfrentó, sin que ninguno alcanzara la primera base. Pasó de lo ordinario a lo extraordinario y siempre será recordado.
Las tragedias no dejarían de llegar y la muerte del segunda base, además de miembro del Salón de la Fama, Joe Morgan; a los 77 años, fue muestra de ello; a pesar de jugar para varios equipos, como los: Astros, Gigantes, Filis y Atléticos; sin duda alguna, fue pieza clave en el engranaje de la gran maquinaria roja de los Rojo de Cincinnati.
Morgan, fue una persona muy accesible y tuvo grandes números, con el bate para un segunda base (2517 imparables, 268 cuadrangulares y 1133 carreras impulsadas).
También, perdió la vida en el año 2020, el ex lanzador de los Cardenales de San Luis, Bob Gibson. Este atleta de color, desde su época de secundaria, fue una consolidada estrella de diferentes disciplinas (entre ellas baloncesto), llegando incluso a ser miembro brevemente de los Trotamundos de Harlem; decantándose por el béisbol; en su niñez y juventud, sufrió la segregación racial y en 1968; sin duda alguna, tuvo la mejor temporada que un lanzador de Grandes Ligas, jamás ha podido lograr.
Ganando más de 20 juegos, con una efectividad de 1.12 y gran cantidad de episodios lanzados; además de una destacada participación en la Serie Mundial, frente a los Tigres de Detroit.
Gibson, era imponente en el montículo y uno de los competidores más feroces, que jamás se recuerde.
Phil Nierko deseaba lanzar en Grandes Ligas, el problema era que carecía de velocidad y que existían miles de jóvenes, con mejores reportes de los scouts o caza talentos.
La loma iba a ser elevada y dura. Pero Niekro, era ‘persistente y tenaz'. Subió a las mayores en 1964; a la elevada edad de 25 años y por 3 años, tuvo altas y bajas, sin lograr consolidarse.
Su momento llegó en 1967; a los 28 años de edad, cuando ganó 11 juegos con efectividad de 1.87, liderando la Liga Nacional en efectividad, con los Bravos de Atlanta.
Su recorrido fue increíble, 24 años en las mayores, retirándose a los 48 años de edad; liderando estadísticas como: juegos ganados, juegos perdidos, efectividad, juegos completos, episodios lanzados y muchos otros más.
Ganó 318 juegos en su carrera y logró su victoria 300, con la camiseta de los Yanquis de Nueva York, lanzando un juego completo.
Su muerte en el 2020, fue un impacto insuperable para el béisbol.
Tom Lasorda, amó el béisbol como nunca nadie lo ha hecho. Fue un mediocre lanzador de Grandes Ligas (con récord de 0 ganados y 4 perdidos), pero se convirtió en un entrenador extraordinario (1599 victorias y 1439 derrotas), para los Dodgers de Los Ángeles; motivador nato, con carisma, extraordinaria personalidad y conocedor del juego; logró su objetivo a mediados de la década de los setentas, cuando fue subido como director del equipo grande, luego de haberse mantenido vinculado al equipo, en el sistema de ligas menores, desde su retiro como jugador profesional.
Su impacto fue inmediato, enfrascándose en una lucha frontal por la cúspide del béisbol profesional, con los Yanquis de Nueva York, en la segunda mitad de la década de los setentas. Tommy Lasorda, se había convertido en un imprescindible; en un ‘Favorito de los fanáticos' y los frutos llegaron finalmente en 1981, cuando le ganó la Serie Mundial a los Yanquis de Nueva York.
No dejó de hablar de su amor por el deporte y de discutir ferozmente, con los árbitros en la década de los ochentas; nuevamente en 1988, ganó la Serie Mundial ante los Atléticos de Oakland, con un dramático cuadrangular de un lesionado Kirk Gibson y con el brutal desempeño del ganador del premio Cy Young, Orel Hershiser.
Los Atléticos de Oakland; eran ampliamente favoritos, como un gran cuerpo de lanzadores y bateadores de enorme poder; entre los cuales se encontraban: José Canseco, Mark Mcgwire, Rickey Henderson, Bob Welch, Dave Stewart y Dennis Eckersley.
Tom Seaver subió a las ligas mayores en 1967, con los Mets de Nueva York; un equipo de expansión reciente en ese momento, creado en 1962.
Seaver, ganó 3 premios Cy Young y 311 victorias en su carrera de 20 años. Ingresó al Salón de la Fama en 1992, con la tercera votación más alta (98.8%), solamente superado por Ken Griffey Jr (99.3 %) y Mariano Rivera (100%).
Para 1967, Seaver, obtuvo premio de novato del año de la Liga Nacional, luego de lograr un récord de 16 ganados y 13 perdidos, en 251 episodios.
Murió, el 31 de agosto de 2020, por complicaciones de la demencia y la Covid19. Para la época de su muerte, vivía en California, donde era propietario de los vineros de la familia Seaver.