El PSG pega primero: Mbappé se exhibe ante el Madrid

- martes 15 de febrero de 2022 - 5:25 PM
Kylian Mbappéé, el jugador con el que sueña el madridismo, se convirtió en su pesadilla en el partido de octavos de final de la Liga de Campeones, este martes, que colocó al París Saint-Germain en una situación favorable para avanzar a cuartos.
Su gol en el descuento fue el colofón de un recital en el que trajo a maltraer a la defensa del Real Madrid, que se salvó de una peor suerte gracias al acierto de Thibaut Courtois, que firmó varias paradas, incluido un penalti a Leo Messi provocado por Mbappé.
El francés, que no ha renovado su contrato con el PSG y que muchos sitúan ya en el Madrid, demostró que la cabeza sigue en su actual equipo y que su determinación es ganar la Liga de Campeones con los franceses.
Mal partido blanco
Este martes no funcionó nada en el Madrid. El centro del campo que tantas alegrías les ha dado, se vio superado.Al Madrid se le marchaba el partido por la izquierda, el reino de Mbappé, aclamado por los 2.000 aficionados madrileños antes del inicio del partido, pero temido cuando este empezó a rodar.
El francés provoca murmullos en la grada, arma la pierna, encara, levanta los brazos y el Parque de los Príncipes abre bien los ojos porque siente peligro. Una sensación que ya no provoca Messi, que parece que ha perdido la magia del último toque le forjó su gloria.
De hecho, Messi falló un penal. Al final del encuentro, el portero madridista dijo que tenía bien estudiado los tiros de Leo.
Y así, Messi lanzó el penalti y agrandó la leyenda de un Courtois decidido a dejar intactas las opciones de su equipo de cara a la vuelta.
El argentino no tiene suerte en los penaltis en el Parque de los Príncipes, donde ya falló uno con el Barcelona. Autor de cinco goles en otros tantos partidos en Europa este año, el argentino sigue sin estar a la altura de su prestigio desde su llegada a Francia.
La grada flaqueó y Pochettino decidió reactivarla poniendo en el tapete la bala que se había guardado, Neymar, dos meses y medio ausente, teñido de rubio platino para su retorno, jaleado por una grada para la que nada es suficiente.
El brasileño provocó una falta en el borde del área que suponía otra ocasión para que Messi se reconciliara con la grada. Pero no era la noche del argentino. Era la de un Mbappé que se consagró ante el que puede ser su futuro equipo.