- sábado 23 de junio de 2018 - 12:00 AM
‘Todos siempre esperan mucho de Bélgica. Que siempre juguemos perfecto, que tengamos el 80 por ciento de posesión, que disparemos 50 veces a puerta y marquemos 40 goles'. ¿Puede Bélgica responder a las expectativas? Eden Hazard, la estrella de los Diablos Rojos se queja del nivel de exigencia al que se somete a su selección, un compendio de grandes jugadores, estrellas en sus clubes, que no acaban de cuajar cuando se reúnen. Porque, por nombres, la selección belga debería estar entre las favoritas. Pero su pasado le persigue, acostumbrada a fallar cuanto mayores son los halagos. Ahora, llega a Moscú, obligada a corroborar contra Túnez, la buena imagen dada en la jornada inicial, cuando goleó a Panamá dando la impresión de que éste puede ser su torneo. No es una situación nueva. Hace cuatro años se plantó en los cuartos de final como la gran amenaza para la Argentina de Messi, pero no respondió como se esperaba (1-0).