Bárcenas quiere ser más importante para la Selección de Panamá

- lunes 17 de agosto de 2020 - 10:28 AM
Fue una semillita que se sembró desde los cinco años y que poco a poco se convierte en árbol. Porque ya desde muy pequeño Yoel Bárcenas lo tenía muy claro: si quería dejar atrás la pobreza y sacar adelante a la familia, tenía que lograr el sueño de ser futbolista profesional.
Nacido en Colón, Bárcenas aprendió a regatear en las calles de la provincia panameña que ha dado grandes referentes al fútbol canalero de la talla de los hermanos Dely Valdés y Reynaldo Lewin.
“Es un barrio un poco sufrido. Esas ganas de triunfar que tienen los colonenses es la motivación extra al representar al país o tu club. Desde que empecé a jugar sabía que tenía que hacer las cosas bien para salir adelante y también ir al fútbol europeo”, comentó Bárcenas en una plática exclusiva con FIFA.com.
Y el Árabe Unido fue el lugar donde el sueño comenzó a hacerse realidad. Llegó con apenas nueve años y poco a poco fue cumpliendo con todo el proceso hasta debutar en 2012.
“Todo depende de la mentalidad. El camino no es fácil; hay muchos baches. Pero desde que estuve entrenando siempre quise cumplir mi sueño”, dijo.
Yoel Bárcenas, a detalle
Nació el 23 de octubre de 1993 en Colón, Panamá.
Mide 1.75 m y pesa 75 kg.
Ha jugado en el Árabe Unido panameño, RNK Split (Croacia), Cafetaleros de Tapachula (México) y en el Real Oviedo español, su actual club.
Juega de centrocampista.
Es rápido, ágil, tiene regate y gran potencia física
Un par de años le bastaron al 'Mago' para llegar a la selección y, luego, ser parte de un equipo que lograría lo que nadie en la historia de la selección canalera: clasificar a una Copa Mundial de la FIFA.
"El momento más feliz de mi carrera sin ninguna duda fue la clasificación al Mundial. Había mucha expectativa, era la primera vez que se lograba y yo estaba muy feliz de haber logrado ese hecho histórico con la selección", arguyó.
Luego, todo fue más alegrías en tierras mundialistas: "La emoción más grande es clasificar porque es lo más difícil y el camino es complicado. Pero ya cuando estás ahí son también muchas sensaciones agradables. El primer partido contra Bélgica fue una emoción inmensa; varios lloramos por la alegría que sentíamos. Es una sensación indescriptible y bonita que ojalá se pueda repetir".