Sanguillén será un pirata de por vida
- jueves 23 de mayo de 2024 - 12:00 AM
Los Piratas de Pittsburgh anunciaron que el panameño Manuel De Jesús Sanguillén ‘Manny’ quedará inmortalizado como miembro del Salón de la Fama de la organización, el próximo 24 de agosto.
El orgullo de Colón pasó 12 de sus 13 años en Grandes Ligas, hizo su debut con Pittsburgh en 1967.
‘Sangy’, como también le dicen, fue elegido tres veces Juego de Estrellas, bateó más de .300 para el club en cuatro temporadas diferentes y jugó en los seis equipos ganadores de división de Pittsburgh en la década de 1970.
Los Piratas lo cambiaron a los Atléticos de Oakland después de la temporada de 1976 a cambio del manager Tanner.
Pittsburgh readquirió a Sanguillén justo antes del inicio de la campaña de 1978, lo que le permitió ser parte de su segundo equipo campeón de la Serie Mundial al año siguiente.
“Dios obra de diferentes maneras. No puedes decirle a Dios qué hacer. Dios es el jefe. Me envió a Oakland y luego me trajo de regreso. Siempre he estado agradecido por eso”.
Sanguillén firmó originalmente con Pittsburgh en octubre de 1964. Los Piratas contaron con los receptores Jim Pagliaroni, Jerry May y Carl Taylor cuando Sanguillén estaba en el proceso de establecerse.
Sin embargo, Pagliaroni le dijo: “Tan pronto como te vi venir con ese gran bate, supe que estaba en problemas”.
Ser seleccionado para ingresar al Salón de la Fama de los Piratas tiene un gran significado para Sanguillén, quien era el mejor amigo de Roberto Clemente.
“Dios, mi familia y los Piratas... esas son las cosas que siempre he amado en este mundo. Este es un gran honor por parte de los Piratas y realmente lo aprecio. Los Piratas tenían muchos grandes jugadores cuando yo estaba en ascenso. Poder formar parte de eso fue muy especial para mí”, explicó.
“En aquella época era difícil llegar a las Grandes Ligas. Mucha gente me ayudó. Me decían: ‘Sigue jugando’. No tienes mucha experiencia, pero vas a ser un buen jugador”. Iba al campo todos los días y practicaba muy duro. Esa fue la razón por la que me convertí en un buen bateador y uno de los mejores receptores. Por eso mi carrera despegó”, concluyó.
Sanguillén, quien reside en Pittsburgh, bateó .296 en la Gran Carpa.