Son pocos y hacen mucha falta, las lesiones han afectado con todo a los panameños en la primera etapa de la temporada de las Grandes Ligas.

El primer soldado caído fue el receptor de los Cardenales de San Luis, Iván Herrera, quien fue puesto en la lista de lesionados el 7 de abril, por una contusión ósea en rodilla izquierda.

Después de su proceso de recuperación, que incluyó partidos en Triple A, regresó al diamante el 9 de mayo.

Y el pasado viernes 20 de junio, volvió a lesionarse, esta vez, por una distensión del tendón de la corva izquierda, grado II, que lo tendrá fuera de dos a seis semanas.

Herrera batea para .320 con ocho cuadrangulares, 36 remolcadas, una base robada; su ofensiva es más que necesaria para San Luis.

Por su parte, el siguiente en caer fue el lanzador Justin Lawrence, lesionado desde el 24 de abril, en principio era por 15 días, pero después lo enviaron a la lista de 60 días el 3 de mayo, por a una inflamación en el codo.

Para evitar la cirugía, se colocó una inyección de plasma; ya ha comenzado a lanzar a 75 pies de distancias y se ha sentido bien.

El derecho, de 30 años, tiene efectividad de 0.79 en 11 apariciones y 11.1 entradas lanzadas, permitiendo solo cinco hits y seis bases por bolas y recetó 15 ponches.

Mientras que Miguel Amaya está fuera por una distensión en el oblicuo izquierdo, sufrida el pasado el 24 de mayo. Se perderá de cuatro a seis semanas para recuperarse.

En la campaña batea .280, con cuatro jonrones y 25 carreras impulsadas en 27 juegos.