Rusos aprendieron a atraer a los ovnis
- domingo 21 de abril de 2013 - 12:00 AM
Transcurría el año 1978 en la población de Petrozavodsk, en la Unión Soviética, cuando cientos de personas de la población fueron testigos durante varias horas de un objeto luminoso que flotaba en el aire. Los servicios locales de emergencia no podían atender tantas llamadas a las que no podían ofrecer ninguna explicación convincente.
La gente esperó explicaciones oficiales de estos avistamientos, pero estas tardaron y cuando llegaron fueron muy poco convincentes.
Desde la década del 60, los reportes de avistamientos de ovnis en la ex- Unión Soviética fueron tratados con escepticismo, desde ficciones baratas hasta conversaciones frívolas y poco científicas.
Muy pocos veían el tema con seriedad. Pero hubo un hombre que se encargó de unir los puntos de la historia durante años, porque era su trabajo.
Según una publicación de ‘Rusia Hoy’, Vasili Yeremenko es ese hombre. Él fue jefe de la división de la fuerza aérea y la fábrica de aeronaves de la KGB, y por ello debía investigar la veracidad de los avistamientos de ovnis en Rusia. Su división, incluso, debía tratar con dudas muy sencillas de los pilotos: ¿qué hago si me topo con un ovni?, lo cual, al parecer, ocurría con inusitada frecuencia.
El único consejo era de sentido común: en el caso de observar un ovni en pleno vuelo, los pilotos debían tratar de no provocar un comportamiento hostil. Esto puede parecer una broma en nuestros días, pero Yeremenko contó que a principios de los 80 la fuerza aérea rusa llevó a cabo un experimento para tratar de contactar objetos voladores no identificados en la región de Astrakhan.
Yeremenko explicó a ‘Rusia Hoy’ que para entonces, los reportes de avistamiento habían arrojado algunos patrones, como que los ovnis podían verse en zonas de ‘alta tensión’, entre estas, pruebas de armamento militar o cerca de bodegas con toneladas de armas.
‘Uno podría decir’, afirma Yeremenko, ‘que durante el experimento aprendimos a atraer a los ovnis. Para lograrlo, debíamos incrementar el número de vuelos realizados por aeronaves de combate y producir mucho movimiento del armamento en tierra. Entonces, los ovnis [que el oficial retirado describe como ’esferas luminosas’] aparecían con una probabilidad cercana al 100%’.
Con el tiempo, los pilotos se acostumbraron a la aparición de estas esferas e, incluso, documentaron algunos fenómenos interesantes. ‘Era más o menos así: una persona en tierra movía sus brazos, dos veces hacia la derecha y dos hacia la izquierda. La pelota en el cielo reaccionaba balanceándose dos veces a la derecha y luego dos a la izquierda. No teníamos idea de cómo explicar eso’, dijo Yeremenko.
El jefe de la división aérea de la desaparecida URSS recuerda las conclusiones oficiales a las que llegó esta dependencia de la KGB. Fueron tres: que las ‘esferas brillantes’ eran un fenómeno natural que la ciencia moderna no era capaz de explicar con los instrumentos actuales; segundo, que podría tratarse de equipo de reconocimiento japonés o estadounidense. Y, por último, claro, que podría tratarse de objetos voladores de otro planeta, sin precisar si estarían tripulados o no.
En nuestros días, la investigación ovni es parte de la cultura sensacionalista, pero ningún científico serio arriesgaría su prestigio al tratar de explicarlo. Yeremenko lo sabe, y por ello afirma que los pilotos y cosmonautas que hablan en conversaciones privadas sobre extraños avistamientos de objetos nunca lo dirían en público. No obstante, el experto está convencido de que hay que tomarse más en serio esta cuestión, dado que es un problema de seguridad nacional.