PIEL

Las cejas son una de las zonas más importantes de nuestro rostro. Aunque puede parecer que los labios o los ojos tienen un mayor protagonismo en la cara, las cejas enmarcan el resto de nuestras facciones y tienen el poder de potenciar y mejorar nuestros rasgos o, por el contrario, si no las cuidamos adecuadamente, provocar un efecto negativo en la armonía del rostro.

Causas

Son varias, pero la más común es la dermatitis. Esta alteración provoca que nuestra piel esté irritada, sintamos un picor constante y además produce una exagerada deshidratación de la piel, por lo que se descama con facilidad, apareciendo la caspa. También hay otras causas, como la psoriasis, una enfermedad que afecta a las células de la piel provocando que se multipliquen en exceso y que se creen esas placas blancas y amarillentas tan características. El uso de ciertos productos de cosmética y maquillaje también pueden conducir a una mayor deshidratación de la piel y a la producción de caspa en las cejas.

Exfolia e hidrata la piel

En un gran número de casos el tratamiento más básico puede funcionar y si no acaba con la caspa del todo, al menos, puede reducirla notablemente. Hablamos de hidratar correctamente la zona.

Para ello, primero tienes que preparar la piel para que pueda absorber adecuadamente la crema y su aplicación sea efectiva. Con un cepillo suave (puedes utilizar uno de los dientes) y un poco de jabón puedes exfoliar la piel de las cejas fácilmente.

Moja la parte a exfoliar y después aplica un poco de jabón, tanto en las cejas como en el cepillo. Después, muy suavemente, y con movimientos circulares, exfolia retirando todas las células muertas.

Cuando hayas terminado solo tienes que aclarar para que las cejas queden limpias para hidratarlas. Aquí puedes consultar más sobre Cómo exfoliar el rostro, pues estos consejos te sirven para usarlos solo en las cejas o en toda la cara, según necesites.

No necesitas ninguna crema especial para la hidratación de la zona. Utiliza la que usas para el resto de tu cuerpo, aunque si es más hidratante mejor. Aplícala de manera exhaustiva, para que penetre bien y se absorba correctamente. Puedes repetir el proceso de exfoliación cada tres días y el de hidratación de la piel de las cejas una o dos veces al día.