Alta es la esperanza de vida en los prematuros

Las estadísticas apuntan que, alrededor del 10% de los embarazos terminan prematuramente.

La prematuridad es impredecible, pero el cuidado prenatal especializado y temprano de la mujer en etapa de gestación contribuye a que las condiciones sean favorables para tratarla y que el embarazo el producto llegue a su término.

Y, aunque los bebés tienen mejor pronóstico de supervivencia y de integridad de sus funciones cognitivas, cuanto más se acerquen al término de la gestación, los avances médicos están garantizando la sobrevivencia en los lactantes entre las 24 y 34 semanas.

Cualquier otra condición que no sea infrecuente en estos bebés contribuye al éxito médico de los neonatólogos que atienden a estos bebés prematuros.

Es importante la nutrición parenteral o intravenosa especial para cubrir todas sus necesidades nutricionales desde las primeras horas de vida.

El apoyo para la función cardiovascular dinámica se proporciona mediante cálculos cuidadosos y medicamentos específicos rastreados por equipos de imágenes avanzados para un diagnóstico preciso.

Enfermería en la unidad neonatal es responsable de acompañar y educar a los padres de cada niño y seguir estrictamente todas las recomendaciones para evitar la infección en los niños hospitalizados, así como el seguimiento continuo de la morbilidad de los bebés prematuros o prematuros.

Los bebés en esa edad gestacional pueden sobrevivir, a menos que traigan malformaciones incompatibles con la vida o sufran de una infección fulminante, explicó el Hospital Paitilla.

Para hacerle frente a este tipo de casos, explicaron que se está desarrollando la renovación de la unidad de cuidados intensivos neonatales.

‘La atención las 24 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales y la Unidad de Niños Sanos en el Hospital Paitilla está llena de toque humano y ha ganado elogios unánimes del personal médico, los padres y las familias de bebés prematuros en el hospital', apuntaron.

De acuerdo el centro médico, estos casos requieren de la optimización de su respiración por medios no invasivos.

A los recién nacidos se les ‘da oxígeno y presión' con el uso de respiradores mecánicos, para apoyar el esfuerzo respiratorio débil del niño o reemplazarlo.