La mujer piñata

Esta historia es la de una mujer a quien le decían ‘Piñata’, no solamente porque estaba en todas las fiestas habidas y por haber, sino p...
  • domingo 24 de octubre de 2010 - 12:00 AM

Esta historia es la de una mujer a quien le decían ‘Piñata’, no solamente porque estaba en todas las fiestas habidas y por haber, sino porque en una ocasión estuvo en una fiesta bajo los efectos del licor, lo que fue aprovechado por los invitados, quienes hicieron japai con su pai. Ella se la desquitó después, pero con la forma más dulce de todas las venganzas.

Todo sucedió cuando la contrataron para una fiesta en la que tenía que meterse dentro de un enorme pastel y cuando terminaran de cantar el ‘Happy Bhirday’ al cumpleañero, ella saldría completamente desnuda. Y el cumpleañero era nada más y nada menos que el director de la oficina, a quien los chupa medias le iban a celebrar, ya que como es nuevo en el gobierno todos y todas querían cepillarlo, por temor a que se diera la quebradera de botellas que hay en la institución.

Pero mujer piñata, como le dicen a Xenia , tenía que dejarse tocar por el jefe, quien esperaba impaciente, ya que sospechaba de algo. Pero como es un degenerado sexual, la quería para él solo, eso sí, que no se enterara su esposa, porque es una doña de armas tomar y podía mandarlo para el otro mundo---el cementerio---.

La fiesta era en la casa de Antonio, el jefe de Recursos Humanos, quien obligó a todos los funcionarios, hombres y mujeres, a poner una cuota para la fiesta, más una botella de ron cada uno y los cien balboas para Xenia, quien necesitaba el dinero porque estudia en la U y tiene que pagar matrícula, laboratorio y examen, de lo contrario tendría que pagar con carne y el profesor es un hombre muy feo.

Empezó la fiesta. Una de ‘las cepillas’ se prestó para apagar las luces y empezó a cantarse el feliz cumpleaños, el jefe apagó las velas, aunque no quiso decir cuantos años eran, para que no supieran que ya es ciencuentón.

Se abre el pastel y sale Xenia, con los senos grandes y robustos, cubiertos de dulce, las nalgas también grandes y endulzadas, por lo que Rafael, como se llama el director, empezara a darle lengua, por todo el cuerpo, ante los aplausos de los hombres y la envidia de las mujeres, que también querían sus lenguetazos, pero el jefe estaba para la invitada de honor.

Rafael no conforme con haber estado con Xenia, se le antojó hacerlo con Marisela, la jefe de Contabilidad, quien cedió porque así podía solicitarle un aumento de salario.

Pero Xenia quedó sola, lo que aprovecharon otros hombres y una mujer, para darse gustos. Allí hubo redoblones, cariñitos y chacareo de cristal, hasta que amaneció y todos se fueron con el firme convencimiento del deber cumplido.

Antonio despidió a Xenia, pero solamente le dio cinco balboas para el taxi, lo que molestó a la mujer, quien juró venganza, por eso al lunes siguiente, visitó la institución y mostró algunas fotografías, ya que había instalado una cámara sin que nadie se diera cuenta, amenazó con llevárselas al ministro, con lo que logró conseguir mil balboas esa tarde y espera sacar más dinero, porque juró llevársela a la esposa del director.

Ante tan terrible amenaza Rafael prefirió nombrarla como recepcionista, con salario de 800 balboas, pero prohibió cualquier tipo de fiestas para jefes o cualquier otro funcionario, porque no quiere que se repita la historia, mucho menos en espiral. Desde entonces Xenia empezó a ser la mujer piñata.

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