Leña para el monte

Estás trayendo leña para el monte, es un refrán que dice nuestras gentes del campo, cuando un hombre lleva mujer, donde sobran las mujer...
  • martes 14 de diciembre de 2010 - 12:00 AM

Estás trayendo leña para el monte, es un refrán que dice nuestras gentes del campo, cuando un hombre lleva mujer, donde sobran las mujeres, a parte de hermosas como son las chitreanas, pero no había remedio, era la luna de miel y le había prometido conocer los pueblos de Herrera, ya que nunca antes había estado en un pueblo más allá del Puente de las Américas.

Pero esta luna de miel, le supo a leche agria, ya que el hombre se reencontró con una vieja amiga---bueno no tan vieja---, quienes estudiaron juntos en la secundaria, precisamente un domingo, entrando a la iglesia, aún soltera y sin compromiso, porque después de tener malas experiencias, decidió no tener novios y quedarse a vestir santos.

Por su parte Silvana, la recién casada desconocía que Fernando, quien es chitreano, haya tenido otras novias o amigas,----como les dicen ahora---, por eso no sospechó que Nimia, a quien se la presentó en el parque Unión, haya sido el tormento en su momento, antes de irse a la capital, donde iba a continuar estudios, pero se quedó en los barrios marginados y eso fue todo.

La pareja de esposos, estaban alojados en un hotel de lujo, no quisieron ir a las casas de los familiares de Fernando, porque se supone que estaban de luna de miel y el ajetreo sexual, en la noche, madrugada y hasta en la mañana, no dejaría dormir a nadie.

Una mañana Fernando recibió una llamada en el hotel, se trataba de Nimia, quien le advirtió que lo estuvo esperando todo el tiempo y ahora regresa con otra mujer, que ella por lo menos, no ha tenido más novios, por eso le rezaba a todos los santos---que ayuda a vestir---, que le devolviera al hombre de sus sueños y tormentos.

Pero Fernando le respondió que el destino fue el culpable, pero que podían hablar personalmente y explicarle todo, ya que fue a estudiar a la capital, pero quedó sumergido en las cantinas del barrio y que en una fiesta por Santa Ana, conoció a Silvana, quien ahora es su esposa.

Ambos se encontraron una noche, en una casa de otra amiga, donde Nimia le recordó aquella noche cuando estaban en la quebrada, donde se desnudó por primera vez ante un hombre, cuando le quitó la virginidad, a parte de otras cosas, que recuerda como si hubiera sido ayer.

Esas palabras lo hicieron temblar de emoción, por eso la abrazó y besó apasionadamente, la llevó a la recamara donde la desnudo y ambos empezaron hacer lo que una vez hicieron, pero en esta ocasión, fue diferente, el hombre sabía maromas y ajetreos diferentes, como cromados, sexo viral, por la retaguardia y el popular 69, que aprendió con las mujeres de los barrios, por eso le gustó más a Nimia.

Se olvidaron del reloj y los sorprendió la luz del día y así pasaron los días y una semana, con la complicidad de la prima Yadira---dueña de la casa---de repente, Fernando se acordó de Silvana, a quien echaron del hotel porque no tenía dinero, abordó un bus y regresó a la capital, donde espera que algún día regrese el hombre, porque contrató a dos sicarios, para que lo devuelvan a su pueblo natal, pero en una bolsa negra, ya que juró venganza, pero todo eso le pasó a Fernando, por llevar leña pal monte.