La vivaza
- sábado 12 de noviembre de 2016 - 12:00 AM
Ronny llevaba años esperando que Loida, la mujer de su primo Roberto, le diera el sí. Apenas pase el Carnaval nos vamos para El Chirriscazo, allá no nos encontrará mi marido, recuerda que a él no le gusta el monte, le dijo ella en una ocasión en que ‘se la bajó' en el mismo carro de Roberto, quien, confiado, los mandó solos a comprarle un medicamento para los hongos en los pies. Pero ya ni se hablaba de Momo y Ronny los veía salir juntos al súper, a comprarse ropa y a todas partes, a pesar de que él le había dicho mil veces a Loida que se le desgarraba el alma en millones de jirones cada vez que los veía en ese compartir de marido y mujer. Ella lo calmaba con arrumacos y le decía que no se preocupara, que era pura apariencia, ‘cuando salimos ni nos hablamos, yo amarro mi cara desde que subimos al carro y él solo me pregunta lo necesario, el sólido eres tú'.